Desde hace un par de años, los índices de depresión han aumentado en Chile por la pandemia, sobre todo en los niños y adultos mayores, la población más de cuidado, por lo que se hace urgente contar la atención de profesionales en salud mental, eso lo sabemos, pero la pregunta es ¿a qué costo? En las miles de familias existe el dilema de asistir o no a una consulta por la incertidumbre de cuál es el valor de la sesión, si se cuenta con el tiempo necesario, si se reembolsará parte de ese valor. Esto último en el caso de quienes cuentan con Isapre.
No es un secreto que el sistema de salud debe repensarse, porque no es posible que se le reste importancia a una depresión no tratada frente a un esguince, por ejemplo. Más aún si hablamos de niños, quienes serán los adultos del mañana. Esto se suma a la relevancia que cobra la educación emocional de la familia en la infancia, entregando las herramientas necesarias a los más pequeños para cuidar su esfera afectiva a lo largo de su desarrollo vital, lo cual permitirá decidir a futuro de manera asertiva sobre el invertir en salud mental como un aprendizaje fundamental, en lugar de experimentarlo como un gasto innecesario en nuestras vidas, en el que veremos logros a largo plazo.
Valeria Godoy Mondaca, psicóloga infantojuvenil
Equipo Prensa Portal Red Salud