- Si el día a día en pareja no resulta fácil, por múltiples factores, más lo es cuando nos toca enfrentar un diagnóstico como el cáncer, en este caso el cáncer de mama. Ya no se trata de una mujer diagnosticada, son dos los enfermos que asumen una situación nueva y difícil desde distintas posiciones.
Siempre potenciando la red de apoyo, Corporación Yo Mujer, dicta el taller “Cómo Vivir el Cáncer de Mama en Pareja”, a cargo de la psicooncóloga Amparo González, quien contextualiza, “esta experiencia comprende de una sesión online mensual que incluye a las parejas de mujeres con cáncer de mama y ellas presentes, donde ambos hablan de cómo ha sido vivir con esta enfermedad. De esta forma, las parejas participantes se escuchan unas a otras, lo que les da la posibilidad de compartir vivencias con el fin de lograr un sentimiento de pertenencia y apoyo colectivo; se trata de un espacio terapéutico que busca ayudar a la expresión emocional de los compañeros (as) de las pacientes, quiénes habitualmente no tienen esta posibilidad pues los focos del tratamiento oncológico son ellas”.
La importancia de este taller es que incluye a ambos miembros, pues el cáncer los toca a los dos, es una “pareja con cáncer”. Este espacio habitualmente no es incluido en las intervenciones en salud, por eso Corporación Yo Mujer ha visualizado la urgencia de hacerse cargo.
ENSEÑANZAS, TEMORES Y PENAS
Este espacio terapéutico favorece la expresión emocional de los compañeros (as) de las pacientes y los pone en contacto con la vivencia emocional de ellas al vivir el cáncer.
“Resulta común que la pareja cuidadora evite hablar o demostrar sus penas, miedos o angustias a la paciente por la creencia de hacerle `daño´ o cargarle más malestares, si comparte lo que realmente está sintiendo. Esto lleva a que el/la cuidador(a) muestre una actitud de entereza, positivismo y ‘buen ánimo’ en el intento de protegerla. Reacción que a veces la paciente lee como falta de interés o preocupación acerca de lo que ella está enfrentando y se sienta exigida a ‘estar bien’ para los otros”, explica la psicooncóloga.
La profesional afirma que, por esto, en el taller se muestra la importancia de que la pareja que cuida también sienta la libertad de demostrar lo que siente ante la paciente y a su vez, que permita que ella exprese sus malestares, miedos, tristezas y frustraciones desde una actitud más empática y respetuosa. Al final el aprendizaje sería que “escuchar y acompañar -a veces en silencio- cuando ella sufre es más sanador que protegerla de sus propias emociones”.
Paralelamente, se propone que usen el humor propio de cada pareja, pues resulta una herramienta muy útil que ayuda a hacer menos dramático todo lo que viven.
En cuanto a las preocupaciones de los compañeros (as), la mayor es no saber cómo ayudarlas, “especialmente cuando se trata de apoyo emocional, pues a la mayoría le resulta difícil entender las necesidades afectivas de ellas. Además, tienen grandes temores ante la posibilidad de muerte de su compañera, miedo del que rara vez pueden hablar. Por su parte, la paciente suele sentirse culpable de ser la `responsable’ por el dolor que causaría en los otro al estar enferma y alterar sus vidas”, explica Amparo González.
La sexualidad en pareja y cómo se afecta con la enfermedad, es otra inquietud que aparece frecuentemente en los talleres. Al ser un tema generalmente tabú, es muy reconfortante para las parejas poder hablar de ello y saber que es normal seguir teniendo la necesidad de intimidad.
SIETE AÑOS JUNTOS, UNA HIJA Y UN CÁNCER DE MAMA
Daniela (30 años), fue diagnosticada con cáncer de mama durante 2022, hoy está a la espera de radioterapia luego de haber pasado por quimioterapia y una mastectomía total. Con Claudio (42 años), son pareja hace siete años y tienen una hija de 3 y, a pesar, del apoyo recalca lo cansada que se siente, “la verdad todo ha sido muy agotador, Claudio tuvo que asumir la mayoría de los quehaceres que hacía yo y eso sin duda me da impotencia. En cuanto al taller de parejas nos hemos podido dar cuenta que no somos los únicos con conflictos, el compartir experiencias nos hace sentir menos imperfectos y poder sobrellevar mejor la relación”.
Por su parte Claudio comenta que intenta estar tranquilo y enfocado, “intento hacer lo mejor posible con la información que tengo, como no es algo fácil de enfrentar obviamente después uno siente que pudo hacer algo mejor. Tampoco contamos con una red de apoyo específica, los amigos ayudan en cierto grado, pero más que nada me centro en que es ella quien lo pasa peor”.
Alguna vez su mayor temor fue perderla, ahora sólo se preocupa que la atiendan bien y le molesta mucho la indolencia de los sistemas de salud respecto a algunas áreas de este proceso. En cuanto al rol de la Corporación, “Daniela se ha sentido apoyada sin ser presionada y eso aliviana mi carga emocional. Hemos aprendido a compartir experiencias con quienes tienen la misma carga, eso ayuda a descomprimir el ánimo”, cuenta Claudio.
Finalmente, la psicooncóloga, Amparo González aclara que, “no existe receta de cómo se vive un cáncer de mama en pareja. Cada relación es distinta, cada una tiene historias diferentes con sus dificultades y logros. Algunas llevan muchos años otras recién están en construcción. Por ello, la forma en que les afecte vivir esta enfermedad es única y cada pareja buscará la mejor forma de afrontarla con lo que tienen en ese momento”.
Este taller de parejas se realiza una vez al mes y en horario compatible con jornadas laborales (tarde).
Equipo Prensa Portal Red Salud