Lucir dientes más blancos no sólo es atractivo estéticamente hablando, sino que además transmite la sensación de salud y cuidado. Es por eso que cada vez más personas se ven en la necesidad de realizar un blanqueamiento dental, aportando mayor luminosidad y brillo a los dientes y otorgando la oportunidad de lucir una sonrisa más joven. “El blanqueamiento dental es un tratamiento profundo, donde el agente blanqueador o material que se utiliza penetra el interior de la pieza dentaria aclarando su color. Para eso es importante tener los materiales y equipamientos adecuados, que sean seguros y que garanticen resultados no sólo estéticos sino que también duraderos, funcionales y sobre todo en relación con el estado de salud oral del paciente. Si se logra todo lo anterior durante este tipo de tratamientos se puede aumentar increíblemente la confianza del paciente, particularmente debido a la rapidez con la que puede ver los resultados”, comenta el Dr. Christian San Martin, fundador de la Clínica de Ortodoncia Lingual El Alba.
En términos generales, el blanqueamiento clínico tiene duración aproximada de 30 a 60 minutos, incluyendo hasta tres sesiones con distintas aplicaciones para lograr un color o tono adecuado que sea estéticamente favorable y que genere una diferencia observable para el paciente y, al mismo tiempo, evitar la sensibilidad dentaria. Además, antes de iniciarlo se debe realizar una limpieza oral que elimine sarro y manchas que pueden cambiar la percepción del color. También es necesario evaluar la condición en la que se encuentran los dientes, determinando factores muy importantes antes de realizar el procedimiento, como son la presencia de caries, retracciones de la encía y exposición de la raíz del diente, o hipersensibilidad por el estado del nervio dentario.
En el contexto anterior, los especialistas son enfáticos en advertir la relevancia de realizar estos procedimientos en un centro profesional, con un adecuado examen previo que permita generar una debida indicación médica. “Actualmente, es muy fácil encontrar productos en farmacias y distintos sitios web, que además suelen ser más baratos, y los pacientes caen en la tentación de probarlos en sus casas sin conocer los riesgos”, advierte San Martín.
El gran problema es que optando por estas alternativas no se tiene una perspectiva profesional completa, que garantice que dichos productos contienen ingredientes en una proporción o concentración adecuada, segura y compatible con la salud de las personas y que efectivamente cumplirán las expectativas de quienes recurren a él. “Es posible que no todas las manchas se puedan abordar fácilmente para lograr tonos más blancos debido a que existen algunas que se generan durante la etapa de formación del diente, por lo que pasan a formar parte de él de manera natural debiendo ser mimetizados con distintos procedimientos además del blanqueamiento dental. A su vez, la presencia de restauraciones en la cavidad bucal tales como las coronas de cerámica o «tapaduras» de resinas no se pueden blanquear. Es clave analizar toda esta información por adelantado para decidir si el camino es realmente adecuado para cada persona”, señala San Martín, único chileno que pertenece al board europeo de ortodoncia lingual, añadiendo que “la consulta previa con un profesional brinda la oportunidad de averiguar las necesidades individuales y la compatibilidad del tratamiento con el estado de salud bucal, poniendo énfasis en la necesidad de realizar tratamientos previos que incluso pueden ser de mayor prioridad que un blanqueamiento, creando la oportunidad de abrir un diálogo sobre sus expectativas y lo que se puede lograr de manera realista”.
Otro punto a considerar es que el experto debe ser alguien que tenga capacitación dental y no sólo en temas estéticos. Esto, dado que a partir del blanqueamiento es posible experimentar sensibilidad dental o irritación de las encías y sólo un dentista puede entregar consejos sobre el manejo de cualquier efecto secundario. “Si el paciente está comprando kits de blanqueamiento dental en línea o en una farmacia es imposible garantizar resultados uniformes y estéticamente equilibrados, considerando también que existe una mayor posibilidad de error debido a que muchas personas, al no conocer con profundidad la manera de funcionamiento de estos productos, creen que añadiendo más material o utilizándolo por más tiempo del indicado lograrán mayores resultados, ignorando las implicancias que realizar esto puede tener en la salud no sólo dental, sino de los tejidos bucales tales como las encías o mucosas. La única forma para conseguir eso es a través de sesiones rigurosas con productos certificados y de calidad, con adecuadas concentraciones de los agentes blanqueadores indicados. Esto hace posible realizar un trabajo más seguro que a su vez incluya mediciones consistentes de los cambios, utilizando una escala de tonos dentarios profesional y que permita determinar y registrar los efectos de cada aplicación del agente blanqueador, llegando de esta manera a la satisfacción del paciente”, detalla San Martin, añadiendo que este tratamiento es completamente compatible con los pacientes que se hacen tratamientos de ortodoncia lingual, sin requerir retirar los aparatos. Así, se agrega estética de una manera segura y “los pacientes van adquiriendo día a día mayor seguridad en sí mismos, aumentando su confianza y autoestima”.
Equipo Prensa Portal Red Salud