Día de la Tierra: La contaminación silenciosa de las pastillas anticonceptivas y su impacto en el medioambiente

Día de la Tierra: La contaminación silenciosa de las pastillas anticonceptivas y su impacto en el medioambiente

Santiago, abril de 2025 – Cada 22 de abril, el Día de la Tierra nos invita a reflexionar sobre la forma en que nuestras decisiones cotidianas afectan al planeta. En medio de los esfuerzos por reducir el uso de plásticos, repensar nuestra dieta o limitar el consumo de energía, hay un aspecto del que poco se habla, pero que tiene un impacto profundo y silencioso en el medioambiente: los anticonceptivos hormonales.

Durante décadas, la píldora anticonceptiva ha sido símbolo de libertad sexual y planificación familiar. Sin embargo, cada vez más investigaciones científicas están arrojando una verdad incómoda: los anticonceptivos hormonales están dejando una huella profunda y silenciosa en el medioambiente.

Cuando hablamos de contaminación, rara vez pensamos en los medicamentos. Pero lo cierto es que una porción importante de las hormonas sintéticas presentes en las pastillas —principalmente etinilestradiol y progestinas— no son absorbidas completamente por el cuerpo humano. Al ser excretadas a través de la orina, estas sustancias llegan a las aguas residuales y, en muchos casos, a ríos, lagos y océanos, donde los sistemas de tratamiento de aguas no logran eliminarlas por completo.

“El uso de los anticonceptivos hormonales está siendo cada vez más cuestionado por los efectos que tienen en la salud física de las mujeres. Y a eso se suma una dimensión que apenas empezamos a considerar: el impacto ambiental. Es hora de pensar la salud reproductiva en clave ecológica, ética y sustentable”, comenta Andreína Guerrero, coach de ciclo menstrual, educadora de Método Sintotérmico y fundadora de @hacialaraiz.

Efectos en la fauna acuática: feminización de peces y alteraciones hormonales

Estudios realizados en América del Norte y Europa han documentado cómo las concentraciones de estrógenos sintéticos en cuerpos de agua han provocado alteraciones en el sistema endocrino de peces y otras especies acuáticas. Uno de los efectos más documentados es la feminización de peces machos, que pierden su capacidad reproductiva e incluso desarrollan órganos sexuales femeninos. Esto ha generado colapsos en algunas poblaciones de peces y desajustes graves en ecosistemas completos.

Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Ottawa simuló la exposición prolongada de un lago artificial a niveles similares de etinilestradiol a los detectados en cuerpos de agua contaminados. En pocos años, los peces dejaron de reproducirse, y la cadena alimentaria del ecosistema colapsó. Otro estudio del US Geological Survey detectó alteraciones hormonales en peces en más del 80% de los ríos muestreados en Estados Unidos.

¿Un problema de salud pública silencioso?

Más allá del impacto ambiental, algunos científicos están explorando cómo esta contaminación hormonal podría afectar indirectamente la salud humana. Aunque aún se requieren más investigaciones, ya se habla de la posibilidad de que pequeñas dosis de hormonas sintéticas en el agua potable podrían tener efectos acumulativos, especialmente en poblaciones vulnerables como niños y mujeres embarazadas.

Repensar la salud reproductiva desde una mirada ecológica

Este Día de la Tierra, la invitación es a abrir una conversación urgente y responsable sobre los efectos que pueden tener nuestras decisiones personales. El derecho a elegir métodos anticonceptivos debe ir de la mano con una conciencia informada sobre sus impactos.

“Es importante abrir el debate en torno a otras formas de anticoncepción. En Hacia la Raíz promovemos la educación menstrual y enseñamos herramientas como el método sintotérmico — un método de conciencia corporal, no invasivo y libre de químicos, avalado por la OMS con más de 99% de efectividad — para aquellas personas que buscan alternativas naturales y sostenibles para prevenir el embarazo. La solución no es dejar de usar métodos anticonceptivos convencionales — el preservativo, por ejemplo, es esencial para prevenir ITS — sino generar opciones, cuestionar sistemas y fomentar la innovación en salud reproductiva”, concluye Andreína.

Para más información sobre salud hormonal femenina e innovación anticonceptiva, visita www.hacialaraiz.com o @hacialaraiz.

Material de apoyo: https://www.instagram.com/reel/C46bb5_Ry4a/?igsh=MXF2eG95czluOTAzNQ== 

 
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