- En el cuidado de la salud bucal, además del buen cepillado y visitas regulares al odontólogo, existe otro factor que juega un rol relevante y que muchas veces pasa desapercibido: la adecuada presencia de flúor en los dientes. Conoce dónde encontrarlo y las últimas innovaciones en salud.
Santiago, mayo de 2025. En las últimas semanas, el tema del flúor ha vuelto a instalarse en la conversación pública internacional, luego de que algunas comunidades en EE.UU. revisaran sus políticas de uso en agua potable. Esta discusión ha generado dudas sobre su aplicación cotidiana, especialmente en temas relacionados con la salud bucal.
Frente a eso, especialistas recuerdan que el flúor, utilizado de forma controlada, es uno de los mayores aliados en la prevención de caries, fortaleciendo el esmalte y ayudando a revertir lesiones incipientes.
En Chile, esta estrategia de salud pública está consolidada desde hace décadas. De hecho, nuestro país fue pionero en América Latina al implementar oficialmente el Programa Nacional de Fluoración del Agua Potable en 1981, tras estudios previos desde los años 50. Hoy, más del 80% de la población accede a este beneficio. Además, existen programas complementarios —como la fluoración de la leche escolar en zonas rurales— para garantizar su cobertura incluso en lugares donde esta medida no es viable.
Más allá del cepillo: cómo actúa el flúor
“El flúor actúa sobre la superficie del diente creando una barrera de defensa contra los ácidos generados por bacterias después de consumir alimentos. Además, tiene la capacidad de remineralizar el esmalte, evitando que pequeñas lesiones avancen y se conviertan en caries profundas”, explica el Dr. Nicolás Grasset, Clinical Specialist de Solventum.
El especialista agrega que el flúor está presente en productos de uso diario y en tratamientos profesionales, muchos de ellos ampliamente disponibles en el sistema de salud o en el mercado chileno. Algunos ejemplos:
- Agua potable fluorada: Más del 80% de la población accede a agua potable con niveles controlados de flúor, gracias a una política pública vigente desde 1981.
- Pastas dentales: La mayoría de las marcas disponibles en farmacias y supermercados contienen flúor como ingrediente activo para prevenir caries y fortalecer nuestros dientes.
- Enjuagues bucales: Algunas fórmulas —especialmente recomendadas por odontólogos— incorporan flúor para fortalecer el esmalte entre cepillados.
- Barnices y geles profesionales: Aplicados en clínicas dentales, ofrecen una dosis concentrada para personas con riesgo elevado de caries, como niños o pacientes con ortodoncia.
- Fluoración de la leche escolar: En comunas rurales sin acceso a agua fluorada, el Ministerio de Salud entrega leche fluorada como parte de programas de prevención.
- Tratamientos clínicos avanzados: Como Clinpro Clear Fluoride de Solventum, que libera flúor de forma rápida y efectiva, sin colofonia, ideal para pacientes con sensibilidad o alergias y con alto riesgo de caries.
“Este tipo de productos permiten una aplicación cómoda, segura y con absorción efectiva en apenas 15 minutos, lo que optimiza el tiempo clínico y mejora la experiencia del paciente. El objetivo es facilitar tratamientos eficaces, cómodos y accesibles que se complementen con el cepillado diario, sin reemplazarlo”, sostiene el Dr. Grasset.
Y aunque en algunos países el uso del flúor pueda ser revisado, en Chile su impacto positivo está ampliamente documentado. “El mensaje es simple: el flúor es seguro, útil y necesario cuando se usa correctamente. Es un complemento, no un reemplazo del cepillado ni de las visitas regulares al dentista”, concluye el Dr. Grasset.
Seis consejos para cuidar tu boca más allá del flúor
Como parte del enfoque preventivo, el especialista de Solventum comparte recomendaciones sencillas que pueden marcar una gran diferencia en la salud bucal diaria:
- Cepillado adecuado y con buena técnica: Usar un cepillo de cerdas suaves, hacer movimientos circulares e inclinarlo hacia la encía ayuda a una limpieza más efectiva.
- Elegir bien el enjuague bucal: No todos sirven para lo mismo. Algunos protegen encías, otros ayudan a prevenir caries o refrescar el aliento.
- Hidratación continua: Tomar agua no solo limpia; también estimula la saliva, que es una defensa natural contra bacterias.
- Limpiar la lengua: También acumula bacterias, por lo que debe limpiarse diariamente con un cepillo o raspador lingual.
- Masajear las encías: Suavemente, con un dedo limpio o el cepillo, para mejorar la circulación y fortalecer el tejido gingival.
- Snacks que ayudan: Manzanas, zanahorias y apio, al masticarse, ayudan a limpiar la superficie dental y aumentar la producción de saliva.