Enrique Calderón, profesor de la especialidad de Prevención de Riesgos de la USM, advierte sobre los principales peligros asociados a la temporada invernal e insta a adoptar una cultura preventiva activa y transversal.
Con la llegada del invierno, aumentan los riesgos asociados a lluvias intensas, vientos fuertes y bajas temperaturas, especialmente en zonas urbanas como el Gran Valparaíso. Frente a este escenario, Enrique Calderón, profesor del Departamento de Construcción y de Prevención de Riesgos de la Universidad Técnica Federico Santa María, Sede Viña del Mar, entregó una serie de recomendaciones para enfrentar esta temporada con responsabilidad y preparación, tanto en los hogares como en los espacios laborales y comunitarios.
“El invierno genera una serie de amenazas, desde anegamientos y cortes eléctricos, hasta accidentes domésticos por calefacción defectuosa o visibilidad reducida en el tránsito, por ello, la prevención debe entenderse como una tarea cotidiana y compartida, no como una reacción tardía”, señaló.
Entre los principales riesgos en las viviendas, Calderón destacó las filtraciones, las fallas eléctricas y las caídas por superficies húmedas, a los que se suman los peligros del uso inadecuado de estufas y braseros, los cuales pueden derivar en incendios o intoxicaciones por monóxido de carbono. En este sentido, el profesor recomienda mantener siempre limpias canaletas y techumbres antes de las lluvias, revisar puertas y ventanas para evitar filtraciones de aire y agua, y utilizar calefactores con certificación SEC, manteniéndolos lejos de cortinas u objetos inflamables.
Además, enfatizó en la necesidad de preparar a las familias ante cortes de suministro eléctrico. “Se debe contar con linternas con baterías cargadas, una radio a pilas, un botiquín completo y al menos 5 litros de agua por persona. También hay que desconectar artefactos que no se usen y evitar enchufes sobrecargados”.
En espacios de trabajo al aire libre o con alto tránsito, como obras de construcción o centros comerciales, Calderón llamó a reforzar techumbres provisorias, asegurar herramientas y materiales en altura, y aplicar señalización visible en zonas resbaladizas. “En estos entornos, la planificación anticipada es vital para resguardar la seguridad de los trabajadores y la continuidad de las operaciones”, indicó.
Corresponsabilidad
A nivel comunitario, el experto instó a promover una cultura de corresponsabilidad, fomentando la organización de comités locales de emergencia, simulacros y planes de acción ante eventos climáticos extremos, así como también se requiere que las autoridades mantengan la infraestructura crítica y mejoren los canales de comunicación con la población.
Finalmente, Calderón advirtió que uno de los errores más comunes es adoptar una actitud reactiva, es decir, “esperar a que ocurra la emergencia es un error costoso, la prevención parte en el hogar, en el trabajo y en la comunidad. No se necesitan grandes recursos, sino voluntad, organización y conciencia”, concluyó.
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Equipo Prensa
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