¿Por qué salen moretones sin golpes en las personas mayores? causas, señales de alerta y cuidados ante hematomas

¿Por qué salen moretones sin golpes en las personas mayores? causas, señales de alerta y cuidados ante hematomas

En Chile, el envejecimiento de la población es un fenómeno que está transformando la estructura demográfica del país y planteando nuevos desafíos para el sistema de salud y la sociedad en general. Según los datos más recientes del Censo 2024, actualmente hay aproximadamente 2.587.238 personas con 65 años o más, lo que representa un 14% de la población total. Esta cifra ha crecido de manera sostenida durante las últimas décadas; para ponerlo en perspectiva, en 1992 apenas un 6,6% de la población chilena superaba esa edad. Este aumento considerable, implica que aspectos relacionados con la salud de este grupo, como la aparición de moretones sin golpes evidentes, merecen una atención y comprensión profunda.

Los moretones o hematomas, esas manchas azuladas o violáceas que aparecen bajo la piel, se producen cuando pequeños vasos sanguíneos llamados capilares se rompen y la sangre se filtra hacia los tejidos blandos subyacentes. En Las personas mayores, la fragilidad capilar es una condición frecuente y multifactorial, que afecta aproximadamente entre un 20% y un 50% de este grupo poblacional. Esto significa que una gran parte de las personas mayores puede presentar hematomas con facilidad, incluso sin un golpe o traumatismo evidente. Este fenómeno se debe principalmente a los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento. Con el paso de los años, la piel pierde grosor y elasticidad porque disminuye la producción de proteínas estructurales como el colágeno y la elastina. A esto se suma una reducción en la capa grasa que protege los vasos sanguíneos, lo que hace que estos últimos sean más frágiles y susceptibles a romperse con pequeñas presiones o roces.

“Además del proceso natural del envejecimiento, el uso frecuente de ciertos medicamentos que son comunes en esta edad también contribuye a la aparición de hematomas. Entre ellos se encuentran los anticoagulantes, como la aspirina, la warfarina o el dabigatrán, que reducen la capacidad de coagulación de la sangre, y los corticoides, que pueden adelgazar la piel. Por otro lado, las deficiencias nutricionales son otro factor que puede agravar la fragilidad capilar. La falta de vitaminas esenciales, especialmente la vitamina C, necesaria para la síntesis de colágeno, y la vitamina K, clave para la coagulación sanguínea, pueden hacer que los vasos sean aún más propensos a romperse y que la piel tarde más en sanar” comenta Carolina Saravia, enfermera jefe de Clinica Cath, especializados en heridas de avanzada

No hay que olvidar que algunas enfermedades crónicas también pueden influir en la frecuencia y severidad de los hematomas en las personas mayores. La diabetes, la insuficiencia hepática y ciertos trastornos hematológicos alteran los mecanismos naturales de coagulación y reparación, aumentando el riesgo de sangrados y moretones. Por esta razón, la aparición de hematomas de manera recurrente, o sin una causa evidente, debería motivar una consulta médica para descartar problemas de salud más serios.

“Un aspecto que muchas veces genera incertidumbre es qué hacer cuando un moretón se rompe y comienza a sangrar. Esta situación, aunque menos común, puede ocurrir sobre todo cuando la piel está muy fina o hay heridas asociadas. Ante un hematoma que se abre, es fundamental mantener una buena higiene para evitar infecciones. Lo primero es lavar cuidadosamente la zona afectada con agua tibia, evitando frotar con fuerza. Luego, se debe cubrir la herida con una gasa o vendaje limpio y seco. Es importante no tocar ni rascar la zona para no empeorar la lesión. Si el sangrado persiste, es abundante o se observan signos de infección como enrojecimiento intenso, hinchazón, dolor fuerte, calor en la zona o secreciones purulentas, la persona debe acudir de inmediato a un profesional de la salud.” Comenta Saravia

Respecto al manejo general de los moretones, aunque suelen desaparecer por sí solos en un periodo de una a dos semanas, existen medidas que pueden ayudar a acelerar su curación y evitar que se formen con tanta frecuencia. Aplicar hielo en la zona afectada durante los primeros días ayuda a reducir la inflamación y el dolor. El uso de pomadas específicas que facilitan la reabsorción del hematoma puede ser muy útil, siempre que sean recomendadas por un médico o farmacéutico. Mantener una dieta equilibrada y rica en vitaminas C y K es fundamental para fortalecer la piel y mejorar la coagulación sanguínea. Además, realizar actividad física moderada de manera regular favorece la circulación y la salud vascular en general. También es aconsejable revisar periódicamente los medicamentos que se están tomando para evaluar su impacto sobre la coagulación y la fragilidad cutánea.

“En definitiva, aunque la aparición de moretones sin golpes evidentes es una característica común en la adultez mayor y está relacionada con el proceso natural de envejecimiento, no debe ser minimizada. Estar atentos a la frecuencia, tamaño, localización y dolor asociado a los hematomas es clave para distinguir entre una condición benigna y una que requiera intervención médica. En un país como Chile, donde la población adulta mayor continúa creciendo de forma acelerada, es indispensable promover la educación y el acceso a servicios de salud especializados que permitan cuidar de manera integral la calidad de vida de este sector vulnerable” finaliza.

 

Google News Portal Red Salud

Síguenos Google Noticias 
Equipo Prensa
Portal Red Salud

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here