Ignacio Troncoso, Académico investigador Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía, Universidad de Las Américas
La familia Enterobacteriaceae, incluye a un grupo heterogéneo de bacterias cuyo hábitat natural es el intestino del ser humano y los animales. Dentro de este grupo se describen más de 100 especies, siendo una de ellas la Klebsiella pneumoniae, una bacteria que está presente en el tracto gastrointestinal, en la piel y en las vías respiratorias superiores de animales y personas.
En humanos es considerado un patógeno oportunista frecuente en hospitales causante de más de 100.000 muertes al año a nivel mundial, y responsable de tasas altas de morbilidad y mortalidad en países desarrollados; cabe destacar que sobre todo afecta a aquellos pacientes que presentan patologías como diabetes mellitus, enfermedades neoplásicas, hepatobiliares o tienen un sistema inmunitario debilitado.
Las infecciones por esta bacteria también inciden significativamente en la salud animal; como patógeno oportunista, se ha relacionado con casos de mastitis en bovinos, metritis en yeguas, bacteriemia en terneros y neumonía e infecciones del tracto urinario en perros.
Las principales fuentes de infección en la naturaleza son el tracto gastrointestinal y las manos del personal hospitalario. Estudios internacionales demuestran que K. pneumoniae reside principalmente en humanos; entre el 5% y el 38% de las personas en la comunidad general la portan en las heces y entre el 1% y el 6% en la nasofaringe.
El uso excesivo o indebido de antimicrobianos ha provocado el desarrollo de multirresistencia en cepas de K. pneumoniae de humanos y animales de compañía, incluso se considera uno de los patógenos más preocupantes implicados en la resistencia a los antibióticos, tanto así que no sorprende que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya señalado a esta bacteria como una amenaza urgente para la salud humana.
Por lo tanto, no debería sorprender que el uso de antibióticos haya seleccionado ciertos clones bacterianos exitosos con la capacidad de adaptarse y sobrevivir en ambientes desafiantes, los cuales son catalogados como clones de alto riesgo, destacando para esta especie el ST307, que probablemente surgió en Europa a principios y mediados de la década de 1990 y, en un tiempo relativamente corto, se convirtió en patógeno global prominente, propagándose a todos los continentes (con la excepción de la Antártida).
Este último clon no había sido descrito en Chile, sin embargo, durante el primer semestre del año 2025, investigadores de la Universidad de Concepción han informado a médicos veterinarios y personal de salud sobre la detección de un brote por Klebsiella pneumoniae ST307, multirresistente a antimicrobianos en pacientes caninos y felinos de la región de Ñuble.
La diseminación global de este clon, junto con su capacidad de persistir en entornos hospitalarios, subraya la necesidad de una vigilancia integral y estrategias de intervención específicas para mitigar su propagación, cuyos ejes principales deben ser el intensificar protocolos de higiene en clínicas y hogares, y usar antibióticos solo con prescripción profesional.
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