La intervención urbana invitó a reflexionar sobre el uso temprano de la tecnología en la infancia.
Con material informativo, preguntas y un llamado a reflexionar, Fundación Viento Sur —a través de su plataforma Cuidemos la Infancia— intervino este martes 12 de agosto la esquina de Paseo Ahumada con Alameda. La iniciativa, enmarcada en la campaña “Mi Primera Vez”, buscó generar conciencia sobre los riesgos del uso excesivo y prematuro de pantallas en los niños, invitando a madres, padres y cuidadores a repensar la relación de la infancia con la tecnología.
Cabe explicar, que la instalación simuló una venta ambulante de celulares, con teléfonos de juguete dispuestos sobre una mesa en plena vía pública. Al acercarse, las personas eran invitadas a responder una breve entrevista que iniciaba con una pregunta directa:
¿A qué edad tu hijo te pidió su primer celular?
A partir de ahí se abría una conversación espontánea sobre decisiones parentales, acompañamiento, límites y hábitos digitales. “Muchas familias entregan dispositivos con internet como si fueran un juguete más. Pero no lo son. Un celular con acceso libre es una puerta al mundo adulto, y los niños no pueden enfrentarlo solos”, señaló Paula Santolaya, directora de Programas de Fundación Viento Sur.
La intervención buscó generar un alto en la rutina diaria de las personas para invitar a la reflexión sobre una práctica cada vez más común, pero poco discutida: entregar celulares a los niños sin supervisión, sin límites claros y sin herramientas para navegar en el entorno digital.
Durante la jornada, la mayoría de los padres consultados había entregado su primer celular a su hijo o hija alrededor de los 12 años de edad. Por otro lado, algunos padres declararon que dejaban que sus hijos pequeños, de 5 o 6 años, usaran su celular solo bajo su supervisión.
La gran mayoría de los padres dijo preocuparse permanentemente sobre el contenido que sus hijos ven a través de los celulares, siendo videos de dibujos animados y contenido de YouTube Kids, lo más visto por los menores en dispositivos móviles. Varias personas también dijeron que sus hijos utilizan el celular para sus tareas o trabajos escolares.
Además, casi todos los padres consultados reconocieron conocer las implicancias que tiene que los niños y adolescentes pasen muchas horas frente a la pantalla del teléfono.
Problemas de desarrollo de cognitivo, de sociabilidad con pares, problemas para conciliar el sueño.
Finalmente, la totalidad de los entrevistados reconoció que es muy difícil o casi imposible evitar que los menores utilicen teléfonos celulares en algún grado, ya que es un dispositivo muy extendido en su entorno.
Los datos que preocupan
La campaña “Mi Primera Vez” pone sobre la mesa cifras inquietantes:
El 67 % de los niños entre 5 y 12 años en Chile ya tiene su propio celular o tablet (UNICEF, 2023).
El tiempo promedio frente a pantallas en ese grupo supera las 4 horas diarias (Subtel, 2022).
En la adolescencia, el promedio sube entre 8,8 y 11 horas al día.*
Un 38 % de los cuidadores reconoce que no establece límites claros de uso.*
Y un 32 % de niños y adolescentes admite que algunos videojuegos les provocan violencia o irritabilidad.*
*(Fuente: Estudio Convivencia Digital 2023, U. de los Andes).
Además, la exposición temprana y sin acompañamiento puede tener múltiples efectos negativos en el desarrollo infantil: alteración del sueño y calidad del descanso, disminución de la creatividad, generar adicción, disminuir la empatía y regulación emocional, retrasar el desarrollo del lenguaje, afectar la capacidad de concentración y disfrute real, e incluso exposición a riesgos como ciberacoso, pornografía, violencia, hostigamiento, extorsión y contacto con desconocidos en línea.
Nuevos hallazgos refuerzan la alerta
A estas cifras se suma el reciente estudio “El Impacto de las Pantallas en la Familia” de la Fundación para la Convivencia Digital, que encuestó a más de 10 mil padres y madres en Chile. El 73% teme que sus hijos desarrollen adicción a las pantallas, el 71% está preocupado por el ciberacoso y el 64% por el acceso a pornografía.
«Estos datos confirman que el desafío no es solo técnico, es profundamente humano. Necesitamos adultos que acompañen, pongan límites y modelen el uso saludable de la tecnología, porque las consecuencias de no hacerlo ya se están viendo en la salud física, mental y emocional de nuestros niños», señaló Soledad Garcés, directora de la Fundación para la Convivencia Digital.
Además, más de la mitad percibe problemas de salud asociados al uso excesivo de dispositivos, como deterioro de la visión, alteraciones del sueño, dificultades de aprendizaje y aumento de peso. La mayoría coincide en que la edad óptima para entregar un celular con internet debiera ser después de los 11 años.
Una campaña para acompañar, no para culpar
Bajo la consigna “No aprendió esto de ti, lo aprendió en internet”, la campaña Mi Primera Vez pone el foco en el rol adulto. No se trata de prohibir el uso de pantallas, sino de acompañar con responsabilidad, presencia y afecto el ingreso al mundo digital.
En la plataforma www.cuidemoslainfancia.cl se encuentran disponibles materiales descargables como:
Una guía práctica para padres y madres.
Un contrato celular descargable, para establecer acuerdos de uso.
Un díptico informativo con datos y consejos clave.
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