El consumo de agua juega un papel clave en el bienestar, especialmente en días de calor. Diferentes estudios demuestran que la deshidratación puede aumentar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que provoca mayor ansiedad y sensación de agotamiento.

Con el inicio de la primavera y el aumento sostenido de las temperaturas en gran parte del país, la hidratación se vuelve una necesidad fundamental para mantener el bienestar y la salud.

Para este verano, la Dirección Meteorológica de Chile proyecta que las olas de calor sean más intensas y prolongadas, con máximas que podrían superar los 35°C en la zona central. Frente a ello, el cuerpo humano puede perder hasta dos litros de agua al día solo por transpiración, lo que puede afectar la concentración, el rendimiento físico y el estado de ánimo.

A pesar de su importancia, diversos estudios revelan que los chilenos aún no logran un consumo adecuado. La Encuesta Nacional de Consumo de Agua y Bebidas del Ministerio de Salud señala que más del 60% de las personas no alcanza la ingesta diaria recomendada y que gran parte de la población reemplaza el agua por bebidas azucaradas.

Una buena alternativa para estar bien hidratados es contar con una fuente de agua de buena calidad y que esté disponible de manera ilimitada. Lo anterior facilita que la hidratación se vuelva un hábito automático, generando beneficios a corto y largo plazo para la salud física y mental.

“Contar con acceso fácil y constante a agua de calidad hace que las personas incorporen la hidratación como un hábito diario. Muchas veces sabemos que debemos tomar agua, pero terminamos comprando otra bebida o simplemente no lo hacemos. Esta temporada de calor puede ser el puntapié para empezar a cambiar esos patrones de conducta y priorizar nuestro bienestar”, comenta Claudio Brinkmann, CEO y cofundador de Maihue, solución de agua premium que impulsa un cambio cultural en Chile hacia una hidratación alineada con la salud y el bienestar.

Al mismo tiempo, el experto asegura que mantener agua disponible e ilimitada en el hogar o en el trabajo fomenta hábitos de consumo responsable que se mantienen más allá de la temporada de calor. “Hidratarse bien es una forma de autocuidado. Beber agua en lugar de bebidas procesadas o con azúcar no solo mejora la salud física, sino que también contribuye al bienestar y a un estilo de vida más equilibrado y responsable”, agrega Brinkmann, quien destaca que —según encuestas a usuarios de Maihue— La disponibilidad constante impulsa una relación más consciente y responsable con el consumo diario.

 

La importancia de una correcta hidratación

El agua es el componente más esencial para la vida, pero también el más olvidado en las rutinas modernas. “Aunque muchas personas esperan a sentir sed para beber agua, este reflejo ya indica que el cuerpo comienza a estar deshidratado. Beber agua durante episodios de calor intenso ayuda a regular la temperatura corporal, prevenir golpes de calor y mantener la presión arterial estable”, añade Brinkmann.

La deshidratación leve puede manifestarse con fatiga, dolor de cabeza o dificultad para concentrarse. En niños y adultos mayores, los riesgos son aún mayores. Por ello, los especialistas recomiendan consumir agua de manera constante durante el día, incluso antes de sentir sed.

Uno de los riesgos más importantes en materia de hidratación en tiempos de calor, es tomar agua de botellas plásticas que han estado expuestas al sol, ya que la radiación solar puede liberar sustancias químicas como el bisfenol A (BPA) y favorecer la proliferación de bacterias.

“El calor no solo aumenta la necesidad de hidratación, sino que también puede transformar el agua en un potencial riesgo si se conserva de manera inadecuada. Acceder a agua limpia y segura en todo momento es fundamental para cuidar la salud”, explica Brinkmann.

 

Algunas recomendaciones prácticas para una correcta ingesta de agua en primavera son:

 

  1. Comienza el día con agua: un vaso al despertar ayuda a reponer líquidos tras el sueño y reactivar el metabolismo.
  2. Integra pausas de hidratación: beber cada dos o tres horas evita la deshidratación progresiva.
  3. Prefiere agua sobre otras bebidas: muchas alternativas azucaradas o con cafeína deshidratan más de lo que hidratan.
  4. Hidrátate antes, durante y después del deporte: esperar a tener sed puede afectar el rendimiento físico.
  5. Ten agua siempre a mano: disponer de agua purificada en casa o en el trabajo facilita que el hábito se vuelva natural y constante.

 

“Adoptar hábitos de hidratación que consideren la salud del cuerpo y del entorno es parte de un cambio cultural hacia un consumo más consciente. La hidratación no debería ser solo una respuesta al calor, sino un hábito permanente vinculado al bienestar integral y a un estilo de vida saludable y sostenible en el tiempo”, concluye Claudio Brinkmann.

 

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