La conversación sobre salud masculina avanza, pero aún hay temas rodeados de dudas. La vasectomía es uno de ellos. Aunque se trata de un método seguro y permanente de anticoncepción, todavía convive con mitos que dificultan verla como una alternativa sencilla y responsable para asumir un rol activo en la planificación familiar.
Cada noviembre se conmemora el Día Mundial de la Vasectomía, una fecha dedicada a derribar prejuicios y visibilizar que la responsabilidad reproductiva no es exclusiva de las mujeres. Este 21 vuelve a recordarnos que hablar de salud sexual masculina es también hablar de autonomía, información y bienestar.
Los datos más recientes del grupo Interclínica muestran una baja general de 9,1% en las vasectomías entre enero y septiembre de 2025. Más que una cifra, es una invitación a mirar qué está pasando: ¿siguen influyendo los mitos o están cambiando las motivaciones de quienes consultan?
Porque el perfil del paciente ha evolucionado. Ya no son solo hombres que sienten cerrada su etapa de paternidad. Hoy aparecen quienes buscan corresponsabilidad dentro de la pareja, quienes no desean que la carga anticonceptiva recaiga siempre en la mujer, quienes quieren vivir un proyecto de vida sin hijos y también hombres jóvenes que toman decisiones definitivas con claridad y convicción.
En este escenario, el rol del equipo médico no es juzgar, sino acompañar. La vasectomía no altera la función sexual ni hormonal: es un procedimiento poco invasivo, altamente eficaz y de recuperación rápida. Pero es también una decisión permanente que requiere reflexión y comprensión de lo que implica a futuro.
En el fondo, este debate va mucho más allá de una técnica quirúrgica. Habla de libertad, de proyectos de vida diversos y de una mirada más equitativa de la anticoncepción. Cada vez que un hombre se informa y conversa, se abre espacio a decisiones más conscientes y compartidas.
Dr. Fernando Guerra
Urólogo
Los Carrera Interclínica
























