Aunque muchas personas postergan su visita al dentista cuando “no sienten dolor”, la salud bucal suele deteriorarse silenciosamente. El director de Odontología UNAB, Dr. Ramón Schlieper, explica los signos que indican que ya no puedes seguir retrasando una limpieza profesional.

La acumulación de placa bacteriana y sarro progresa sin hacer ruido y puede generar daños importantes si no se controla a tiempo. Encías inflamadas, mal aliento o molestias al pasar el hilo dental son solo algunas de las señales que alertan sobre la necesidad de acudir a un odontólogo.

El director de Odontología de la Universidad Andrés Bello, Dr. Ramón Schlieper Cacciuttolo, detalla cuáles son las principales alertas y por qué detectarlas temprano puede marcar la diferencia entre un tratamiento simple y uno mucho más complejo.

  1. Encías que sangran al cepillarte: la primera alarma

El sangrado de encías no es normal y suele ser el primer signo de gingivitis. Cuando la placa bacteriana se acumula en el margen gingival, la encía se inflama y comienza a sangrar con el cepillado o el hilo dental.
Si notas sangre en el lavamanos o en tu cepillo, es una advertencia clara de que necesitas intervención profesional para evitar que el problema avance.

  1. Mal aliento persistente que no mejora con nada

Cuando el mal aliento continúa pese al cepillado, enjuagues o chicles, suele deberse a placa y sarro acumulados, especialmente bajo la línea de la encía.
Las bacterias presentes en estas zonas generan compuestos volátiles responsables de la halitosis. Una limpieza profesional es clave para eliminar esta causa de fondo.

  1. Dientes ásperos o con “costras” cerca de la encía

Si al pasar la lengua notas superficies rugosas o pequeñas placas duras en la base del diente, es muy probable que sea sarro.
El sarro no se elimina cepillándose en casa: requiere instrumental profesional. Ignorarlo solo permite que siga creciendo hacia zonas más profundas.

  1. Encías rojas, hinchadas o que “picotean”

Cuando la encía cambia de un rosa claro a un rojo intenso, se ve hinchada o está sensible al tacto, indica inflamación gingival.
En esta etapa, una limpieza simple acompañada de mejoras en la higiene diaria suele revertir el problema… siempre que el tratamiento se realice antes de que progrese.

  1. Molestia o presión entre los dientes

La acumulación de placa y sarro entre los dientes puede generar una sensación de presión, dificultad para pasar el hilo dental o molestia al masticar.
Si el hilo dental ya no avanza con facilidad, es probable que exista cálculo subgingival o interproximal, lo que requiere una limpieza profesional urgente.

Para prevenir estos problemas, el Dr. Schlieper recomienda mantener una higiene rigurosa en casa, con cepillado al menos tres veces al día usando una técnica adecuada y un cepillo de filamentos suaves. El uso diario de hilo dental o cepillos interproximales es clave para evitar que la placa se acumule entre los dientes, una de las zonas donde más sarro se forma. A esto se suma una alimentación equilibrada, evitando azúcares y alimentos pegajosos, además de no fumar, ya que el tabaco favorece la inflamación y camufla el sangrado.

Finalmente, realizar controles odontológicos al menos una vez al año —o con mayor frecuencia según indicación profesional— es la mejor forma de detectar problemas a tiempo. Identificar estas señales y actuar temprano puede marcar la diferencia entre una limpieza simple y un tratamiento complejo. Mantener dientes y encías sanos es posible… siempre que no dejemos pasar las alertas.

 

Google News Portal Red Salud

Síguenos Google Noticias 
Equipo Prensa
Portal Red Salud