-
El Ministerio de Salud presentó los avances y novedades de la plataforma en dos seminarios online organizados por Pro Salud Chile, el Colegio Médico de Chile y el Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos, donde además se realizaron talleres prácticos para su uso.
-
Encuesta del Colmed reveló alta adherencia y positiva evaluación entre más de 1.200 médicos del país.
Más de 1.700 inscritos y cerca de 1.000 asistentes en línea participaron en los dos webinars dedicados a la Receta Electrónica del Ministerio de Salud, encuentros dirigidos a químicos farmacéuticos, médicos y profesionales prescriptores. Las jornadas —organizadas por Pro Salud Chile junto al Colegio Médico y el Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos, con el apoyo de Grünenthal, Recemed, Imed y VIDAL Vademecum— permitieron actualizar los avances del Sistema Nacional de Receta Electrónica, revisar sus beneficios clínicos y operativos, profundizar en su impacto para la prescripción y dispensación de medicamentos y educar sobre el adecuado uso de la plataforma.
La Receta Electrónica inició su marcha blanca en 2021 y, según datos entregados por Carla Oliveri, jefa de Receta Electrónica del Departamento de Políticas y Regulaciones Farmacéuticas del Minsal (DIPOL), hasta septiembre de 2025 se han emitido 10 millones de recetas electrónicas —excluyendo Receta Cheque—, utilizadas por 52 mil profesionales y beneficiando a más de 2 millones de pacientes, en un país donde anualmente se generan entre 80 y 100 millones de prescripciones.
Carla Oliveri advirtió que cerca del 70% de las recetas manuscritas presenta al menos un error, afectando la prescripción, la dispensación y, finalmente, la seguridad del paciente, en un contexto donde el 58% de la población consume al menos un medicamento diario. “Al hacer las recetas manualmente en papel, no hay posibilidad de análisis de datos que permita monitorear los patrones de prescripción y riesgos en la dispensación de medicamentos. Por lo tanto, hoy tenemos un modelo de prescripción que está obsoleto, desagregado y poco estandarizado. Hay estudios internacionales que dan cuenta de fallecimientos que se producen por errores en la medicación debido a la ilegibilidad de la receta”, explicó.
Entre las principales ventajas del sistema de Receta Electrónica destacan: reducción de errores de prescripción, prevención de falsificaciones, trazabilidad completa, vigilancia farmacológica, soporte a la telemedicina y estandarización del lenguaje. La representante del Minsal aclaró que la herramienta permite prescribir todo tipo de medicamentos —incluyendo psicotrópicos y estupefacientes— y actualmente incorpora la Receta Cheque para medicamentos controlados, la que se encuentra en marcha blanca desde el 20 de octubre, con cerca de 3.000 emisiones diarias.
El sistema también contempla un módulo para pacientes, donde pueden visualizar sus recetas, vigencias y estados de dispensación. Los siguientes pasos de la implementación, según el Ministerio de Salud, apuntan a hacia la interoperabilidad con establecimientos de atención primaria, sistemas privados de prescripción y ficha clínica electrónica.
Aprobación de los médicos
La presidenta del Colegio Médico de Chile, Dra. Anamaría Arriagada, presentó los resultados de una encuesta aplicada en noviembre a médicos colegiados y no colegiados, que logró reunir 1.229 respuestas.
Los resultados evidenciaron una adhesión mayoritaria al sistema:
-
79,7% de los consultados declaró usar la Receta Electrónica Minsal.
-
88,6% la evaluó con nota 5 o superior.
-
94% evaluó positivamente la experiencia de sus pacientes.
-
93,2% de los pacientes evaluó con nota 5, 6 o 7 el uso de la plataforma de validación y dispensación según los médicos
El estudio además recogió los conceptos más recurrentes asociados al uso de la herramienta señalados por lo consultados, estos fueron: rapidez, facilidad, seguridad y accesibilidad.
“Quiero felicitar esta iniciativa porque sin duda va en la dirección correcta: considerando que las obligaciones de una buena prescripción tiene que ver con conseguir el bienestar del paciente, anticipándose al riesgo, respetando su autonomía, con efectividad, un uso adecuado y justo de los recursos. La receta electrónica permite una prescripción más segura y trazable, integrando la información del paciente en una base de datos centralizada accesible para médicos y farmacias autorizadas. Además, junto con reducir errores y fraudes, esta herramienta permite mejorar la eficiencia en la atención al paciente y optimiza el control sobre medicamentos de uso restringido” , señaló Anamaría Arriagada, presidenta del Colegio Médico de Chile.
Como oportunidades, planteó la importancia de la interoperabilidad plena con APS y hospitales, prescripción según diagnóstico, alertas por interacciones farmacológicas y promoción de medicamentos genéricos o biosimilares.
Por su parte, el presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, QF. Héctor Torres, contó que la plataforma ya está implementada en las Farmacias Comunales de Arica a Punta Arenas y subrayó que “es un gran logro que se haya avanzado con 10 millones de recetas electrónicas emitidas, y más aún beneficiando a más de dos millones de personas. Con esta herramienta es posible tener interoperabilidad entre el médico, las farmacias y el paciente y con ello realizar seguimiento farmacoterapéutico, permite conocer la historia de los pacientes, ya no será necesario llamar a la consulta o al médico por dudas sobre un remedio prescrito en una receta en papel. Como gremio debemos impulsar y fortalecer esta iniciativa”.
Los webinars incluyeron además un taller práctico a cargo del neurólogo Dr. Ignacio Gutiérrez, con un detallado “paso a paso” en el uso de la plataforma, mientras que el QF. Nicolás Soto (asesor informático del Ministerio de Salud), explicó aspectos técnicos para una eficiente navegación en el sistema. Finalmente, se conoció la exitosa experiencia de la empresa Recemed con su sistema de Receta Electrónica y la QF. María Gómez Capdevilla, directora editorial de VIDAL Vademécum Internacional en España, se refirió a la relevancia de un lenguaje unificado de medicamentos bajo un sistema de interoperabilidad en Salud.
























