En Chile, como en muchos otros países, las personas que viven con diabetes enfrentan desafíos constantes propios de la condición como: el monitoreo continuo de sus niveles de glucosa mediante pinchazos recurrentes en los dedos, la planificación de su alimentación, cálculos constantes de dosis de insulina, vigilancia diaria sobre su salud. A ellos se suman otros factores sociales derivados de mitos y estigmas que, en ocasiones, representan una verdadera carga emocional, la cual se le conoce como “angustia por diabetes”.
De acuerdo con la primera guía clínica internacional promovida por Asociación Europea para el estudio de la diabetes, (EASD, por sus siglas en inglés), alrededor de una de cada tres personas adultas que viven con esta condición experimenta angustia severa, y hasta el 80% reporta algún tipo de problema relacionado con la enfermedad en su vida cotidiana.
¿Cómo podemos cambiar eso?
El apoyo emocional es clave en el cuidado integral de las personas que viven con diabetes, por lo que es relevante que se tome con la seriedad que merece, ya que la falta de información o la indiferencia también pueden resultar perjudiciales para la salud de quienes viven con esta condición crónica.
Muchos de los prejuicios que circulan sobre la diabetes se basan en conceptos erróneos o estereotipos. De hecho, estudios muestran que el 52% de las personas con diabetes tipo 2 y el 76% con diabetes tipo 1 reconocen que existe estigma en torno a la enfermedad, mientras que el 19% se ha sentido discriminado por padecerla.
Si pudiéramos mirar la vida desde la perspectiva de quienes conviven diariamente con la diabetes, comprenderíamos que su manejo implica rutinas constantes y decisiones cuidadosas, todo mientras enfrentan diariamente ideas equivocadas sobre esta condición.
Superemos los prejuicios
“Como líder en tecnología para el cuidado de la diabetes, en Abbott hemos promovido estas conversaciones durante más de una década y ahora creemos que es momento de amplificarlas. Hablar abiertamente sobre los prejuicios que enfrentan las personas que viven con diabetes es fundamental para avanzar hacia un manejo más cercano y humano. Cuando derribamos las barreras sociales, también facilitamos que más personas busquen apoyo, sigan su tratamiento y tengan una mejor calidad de vida”, aseguró el Dr. Douglas Barbieri, director médico global en Abbott.
Aunque nunca hayas presenciado ni experimentado este tipo de prejuicio, su impacto es muy real.
Basta con escuchar las historias de personas que viven con diabetes y que han vivido situaciones de estrés, relacionados con la posibilidad de ocultar la enfermedad como una respuesta a la percepción de estigma. Por ejemplo, personas que intentan aplicarse una dosis de insulina y no lo hacen por miedo a que la gente piense que se están inyectando drogas.
En ese sentido, las experiencias de las personas que viven con esta condición ayudan a crear más conocimiento e información —de forma abierta— que contribuyan a reducir el estigma, fomentar la comprensión y empoderarlas para que accedan a la atención que necesitan, incluyendo las herramientas tecnológicas como los sistemas de monitoreo continuo de glucosa, FreeStyle Libre 2, que permiten que las personas comprendan mejor cómo responde su cuerpo a la alimentación, la actividad física, los medicamentos y otros factores cotidianos, dándoles mayor tranquilidad, siendo el único aprobado para reemplazar el pinchazo en el dedo.
Corrigiendo mitos comunes sobre la diabetes
No podemos desmentir todos los mitos sobre la diabetes, pero sí podemos nombrar algunos para abrir un diálogo positivo:
- No es “culpa” de nadie vivir con diabetes.
- La diabetes no es contagiosa.
- No todas las personas con diabetes usan o necesitan insulina.
- Muchas personas con diabetes son atletas o llevan un estilo de vida activo.
- Las personas con diabetes sí pueden consumir azúcar.
Sobre este último punto, las conversaciones sobre alimentación pueden volverse fácilmente desalentadoras, ya que aún persisten muchos prejuicios y malentendidos. Por eso es importante abrir espacios de diálogo para comprender que un diagnóstico de diabetes no define lo que una persona puede o no puede disfrutar, sino cómo puede hacerlo de manera segura y consciente.
“En la era moderna, la naturaleza “24/7” del manejo de la diabetes se ha intensificado, haciendo que la necesidad de reconocer y abordar la angustia relacionada con la diabetes sea más urgente que nunca”
¿Cómo podemos apoyar a las personas que viven con diabetes en nuestra comunidad?
Hay pequeñas acciones que podemos realizar cada día para contribuir a la salud de nuestras amistades y familias.
De acuerdo con un estudio realizado en Chile, mostró que el apoyo social influye en la adherencia al tratamiento de la diabetes tipo 2 y puede fortalecer el respaldo familiar y social de las personas con esta condición.
Por eso, usar un lenguaje centrado en la persona, evitar juicios o culpas, celebrar los pequeños logros y hacer preguntas abiertas son gestos cotidianos que pueden ayudar a disminuir los efectos del sesgo hacia la diabetes.
Mientras tanto, las personas que viven con diabetes pueden enfocarse en lo que realmente importa: disfrutar la vida y vivirla a su manera.
Generar conciencia sobre que la diabetes tiene múltiples factores —genéticos, ambientales y de salud— y promover una visión empática y de acompañamiento, puede cambiar la percepción social, mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta condición y fomentar un entorno más comprensivo y solidario.






















