• Especialistas advierten que la falta de información para detectar los primeros síntomas y los factores de riesgo siguen estando entre las principales barreras para actuar a tiempo. Promover la educación y acudir a recintos especializados son claves para reducir la mortalidad y las eventuales secuelas neurológicas.

Santiago, octubre de 2025.– Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son una de las urgencias médicas más críticas debido al escaso tiempo con que se cuenta para iniciar tratamiento. Por esto, la detección temprana es clave para mejorar el pronóstico, promover la recuperación, minimizar consecuencias y reducir la mortalidad. 

De acuerdo con cifras preliminares del Departamento de Estadísticas e Informaciones de Salud (DEIS), entre 2023 y 2025 se han registrado más de 30 mil muertes por enfermedades cerebrovasculares en el país, lo que da cuenta de un importante desafío sanitario: disminuir la mortalidad por ACV en línea con lo propuesto por el Ministerio de Salud, que busca reducirla a menos de 29,6 por cada 100 mil habitantes en esta década.

“Es una de las principales causas de muerte en Chile, llegando a ser considerada la primera o segunda causa en diferentes periodos. Además, es la principal causa de discapacidad adquirida en adultos sobrevivientes”, señala la Dra. Catherine Volaric, médico coordinadora de Neurología de Clínica Bupa Santiago.

Sin ir más lejos, en Clínica Bupa Santiago ingresan en promedio 65 pacientes cada mes con diagnóstico de accidente cerebrovascular isquémico, reflejando la alta prevalencia de esta patología en el país. “La ventana de tiempo para actuar es estrecha: durante las primeras cuatro horas y media desde el inicio de los síntomas, los resultados del tratamiento son más exitosos y una mayor cantidad de pacientes logra recuperarse sin secuelas o con secuelas mínimas”, precisa la neuróloga.

Señales y factores que no deben pasarse por alto

Entre los principales factores de riesgo, la Dra. Volaric destaca la hipertensión arterial, el hábito tabáquico, la diabetes, el colesterol elevado y el sedentarismo, junto con la existencia de meses más críticos en su ocurrencia: “muchos estudios sugieren que la incidencia de accidentes cerebrovasculares, especialmente del tipo isquémico, es mayor durante los meses de invierno”, agrega.

Google News Portal Red Salud

Síguenos Google Noticias 
Equipo Prensa
Portal Red Salud