- Según un estudio publicado por la Fundación StopCMV y médicos expertos, el testeo universal por CMV congénito -CMVc- a recién nacidos permitiría ahorrar 8 millones de dólares al año al sistema de salud y a su vez, una mejora sustancial en la calidad de vida de cientos de niñas y niños infectados por el virus. El CMVc es la principal causa de sordera pediátrica en el mundo, por lo que un programa de testeo y tratamiento temprano reduciría la severidad de ésta y otras secuelas.
El CMV (citomegalovirus) es el virus más común del mundo y la causa más frecuente de infección congénita en recién nacidos. El CMV congénito (CMVc) es un virus que se traspasa de la embarazada al bebé en desarrollo, pasando desapercibido en la mayoría de los casos y generando secuelas permanentes severas, como sordera, afecciones visuales, daño neurológico y retraso psicomotor.
Para Daniela Pavez, pediatra-infectóloga del Hospital San Juan de Dios y Clínica Alemana, “es clave realizar el testeo a todos los recién nacidos, ya que el 90% de los casos de CMV congénito no presenta síntomas, por lo que no podrán ser diagnosticados ni tratados a tiempo, aumentando el riesgo de secuelas permanentes severas”. Por otro lado, indica que “es importante realizar el testeo en las primeras tres semanas de nacido para lograr un diagnóstico y tratamiento adecuado”.
De acuerdo con la Sociedad Chilena de Infectología (SOCHINF) y la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (SOCHOG) “es fundamental que existan iniciativas dirigidas a un muestreo representativo de la población”, y al mismo tiempo se requiere que “todos los niños con infección congénita sean evaluados en forma exhaustiva para garantizar el tratamiento en aquellos que corresponda junto a un adecuado seguimiento a largo plazo”.
Con los avances en la tecnología médica, el diagnóstico del recién nacido se realiza de forma poco invasiva y certera, con una muestra de orina y/o saliva. Al diagnosticar de forma temprana, estudios demuestran que el tratamiento con antivirales y terapias adecuadas, reducirían en hasta un 20% las secuelas auditivas y de desarrollo neurológico.
Para Javiera Valdivieso, co-fundadora de la Fundación StopCMV: «entendiendo que un programa de este tipo significa una reducción importante en la severidad de secuelas, la mejora en el bienestar social y ahorros en costos de salud a nivel país, debemos enfocar todos los esfuerzos en políticas públicas para entregar acceso a información, diagnóstico y tratamiento a ese 90% de recién nacidos que hoy no están siendo diagnosticados”.
Equipo Prensa Portal Red Salud