La primavera es una época del año en la que muchas personas experimentan síntomas de alergia, y uno de los síntomas comunes es la alergia ocular. Si bien aún no comienza esta estación del año, el cambio climático ha anticipado este tipo de dolencia que afecta a muchas personas.
La alergia ocular que surge en primavera también se conoce como conjuntivitis alérgica y es causada por una reacción exagerada del sistema inmunológico a partículas en el aire, como polen, polvo y esporas de hongos.
En primavera, muchas plantas producen polen como parte de su proceso de reproducción, el cual es transportado por el aire y cuando entra en contacto con una persona alérgica, desencadena una respuesta del sistema inmunitario, resultando en síntomas como estornudos, picazón en los ojos y nariz congestionada.
El cambio climático ha causado un aumento en las concentraciones de polen en el aire, así como un adelanto en la temporada de este, por lo que las personas alérgicas tienen que lidiar con los síntomas durante más tiempo y en condiciones más intensas.
Síntomas de la alergia a los ojos en primavera
El Doctor Eusebio García, director médico de Clínica Oftalmológica de Providencia (COP), explica que los síntomas de la alergia ocular en esta estación del año pueden incluir:
- Picazón en los ojos.
- Enrojecimiento y ojos llorosos.
- Hinchazón alrededor de los ojos.
- Sensación de arenilla o quemazón.
- Secreción clara y acuosa.
- Sensibilidad a la luz.
Ante este tipo de señales es importante consultar a un médico, preferiblemente un oftalmólogo o un alergólogo, quienes pueden realizar un diagnóstico preciso y recomendar un tratamiento adecuado.
Cómo prevenir o aliviar la alergia ocular de primavera
Entre las recomendaciones que entrega el oftalmólogo Eusebio García para enfrentar este tipo de alergia destacan: usar anteojos de sol, evitar actividades al aire libre durante los períodos más altos de polinización y mantener cerradas las ventanas del hogar y del automóvil cuando se conduce, ya que ello impide el ingreso de alérgenos. Para ventilar los espacios es mejor hacerlo al finalizar el día cuando los niveles de polen son más bajos.
Otras recomendaciones son enjuagar los ojos con agua fría para eliminar el polen y aliviar la picazón, lavarse las manos con frecuencia, ducharse y cambiarse de ropa luego de estar al aire libre para eliminar cualquier rastro de polen.
Si los síntomas son persistentes, un médico puede recetar según cada caso medicamentos antihistamínicos, gotas para los ojos o lágrimas artificiales para lubricarlos.
Equipo Prensa Portal Red Salud