En relación al uso del cigarrillo electrónico (e-cig), la SER declara en forma enfática lo siguiente:
1. No existe ninguna evidencia científica donde se haya demostrado que el e-cig haya sido útil para dejar de fumar. El único tratamiento que ha demostrado ser efectivo es la combinación de apoyo psicológico asociado a tratamiento farmacológico. Los fármacos que se recomiendan son: la terapia de reemplazo con Nicotina, Bupropión y Vareniclina, este último diseñado específicamente para este fin.
2. Los e-cig no son inocuos. Existe evidencia sobre los riesgos del uso de e-cig a saber: explosiones, quemaduras, lesiones por proyectil, convulsiones, lesiones cerebrales y acidosis láctica, entre otros. Además, en el vapor que liberan estos productos se han encontrado sustancias capaces de producir efectos adversos para la salud tanto a corto como a largo plazo. Entre los que aparecen a corto plazo destacan, las infecciones respiratorias, la bronquitis crónica y las crisis de asma bronquial. Entre las que aparecerán a largo plazo destacan el cáncer de pulmón y de otros órganos.
3. Existe evidencia contundente en E.E.U.U. y Canadá que el e-cig ha sido la puerta de entrada al consumo de tabaco en adolescentes que no fumaban. En San Francisco ya se prohibió el cigarrillo electrónico por ser considerardo un producto del tabaco.
4. Para el Día Mundial sin Fumar, el 31 de mayo pasado, SER suscribió una declaración conjunta con varias sociedades científicas latinoamericas y europeas, donde no avala ni apoya el uso de e-cig ni como herramienta validada para dejar de fumar, al carecer de trabajos científicos independientes que lo apoyen.
Dr. Hernán Cabello
Presidente
Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias
ser@serchile.cl
www.serchile.cl
Maritza Labraña A.
Periodista
Gravita Comunicaciones
mlabrana@gravita.cl
www.gravita.cl
Equipo Prensa Portal Red Salud