La Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (ADIMECH) destaca que si bien el Covid-19 aceleró el paso para la telemedicina, en nuestro país ya se venían implementando soluciones para el monitoreo a distancia de pacientes con diabetes, enfermedades cardiacas y terapias anticoagulantes, entre otras.
Santiago, abril de 2020. Si bien el concepto de telemedicina estaba ya instalándose gracias al Hospital Digital, un nuevo modelo de atención en salud del Ministerio de Salud, que buscaría aprovechar el potencial de las tecnologías para acercar la atención a las personas, como una alternativa al modelo tradicional, la crisis por coronavirus lo llevó a un rol protagónico.
Es así como el Centro Nacional de Sistemas de Información en Salud (CENS) ya publicó la Guía de Buenas Prácticas y Recomendaciones en Telemedicina y Telesalud durante la epidemia de Covid-19 en Chile.
Gabriela Garnham, gerente general de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (ADIMECH), explica que en la situación de emergencia se ha autorizado a utilizar códigos de prestaciones de algunas especialidades, como endocrinología, reumatología, medicina familiar y otras, para que los médicos puedan atender a sus pacientes a distancia.
“Se venía avanzando al respecto, pero ahora se ha hecho evidente su requerimiento y aporte. Dada la necesidad del distanciamiento social y de proteger a las personas de mayor riesgo así como a los profesionales de la salud, se han debido buscar soluciones que permitan la interacción entre ambos con mayor premura”, indica la ejecutiva.
En el caso de los pacientes con COVID-19 se ha implementado un seguimiento virtual a través de videoconferencia, permitiendo evaluar su estado de salud y brindar la asistencia requerida, por ejemplo, enviando una ambulancia para su traslado oportuno si se agrava su condición.
Telemedicina en acción
Las empresas socias de ADIMECH, que agrupa a las empresas de dispositivos médicos más innovadoras del mercado, venían trabajando en soluciones para hacer seguimiento a pacientes con enfermedades crónicas de manera remota, tanto para la interacción entre los profesionales de la salud y los pacientes, como para el monitoreo de algunos parámetros, cumpliendo los estándares de calidad internacionales.
En este sentido, destacan sistemas de monitorización remota de pacientes con afecciones cardiacas que a través de un dispositivo envía la información al médico tratante, o dispositivos que permiten el monitoreo continuo de glucosa gracias a un sensor. También destacan experiencias en el sistema público de salud de teleconsulta en pacientes que requieren tratamiento anticoagulante oral, que ha evitado el traslado de pacientes a Santiago para el control médico con un especialista.
Para Gabriela Garnham esto recién comienza. “Las tecnologías emergentes y convergentes permiten la recopilación de nuevos tipos de datos, la agregación de grandes conjuntos de datos y un análisis cada vez más sofisticado que contempla también inteligencia artificial. Esto incluye nuevos conocimientos sobre la salud individual y de la población; monitoreo de pacientes en tiempo real, continuo y remoto; atención distribuida fuera de los entornos tradicionales; diagnósticos avanzados a través de tecnologías portátiles, implantables e ingeribles; atención basada en resultados; gestión más efectiva de la salud de la población; intervenciones autónomas y / o remotas; mejor apoyo a la decisión clínica; investigación y desarrollo de productos”, destaca la representante de ADIMECH.
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Equipo Prensa Portal Red Salud