Regeneración de la laringe: una segunda oportunidad para hablar
Mayo Clinic aprovecha los avances de la medicina regenerativa para restablecer la funcionalidad en quienes experimentaron un cambio drástico en su vida a consecuencia de una laringectomía, o cirugía para extraer la caja de la voz. La gente que perdió la laringe no puede hablar con su voz natural ni respirar por la nariz; por lo tanto, placeres tan simples como oler un ramo de flores o degustar un plato preferido disminuyen considerablemente o se vuelven inalcanzables. El Centro para Medicina Regenerativa en Mayo Clinic hace innovaciones a fin de desarrollar nuevas maneras de regenerar la caja de la voz y restablecer las capacidades normales después de una enfermedad en la laringe.
«Hasta hace poco, no existía ninguna manera de restablecer la función de la laringe una vez extirpada. Algunas personas optaban por vivir menos tiempo, en vez de lidiar con las deficiencias físicas posteriores a la laringectomía», comenta el Dr. David Lott, especialista en otorrinolaringología y director adjunto del Centro para Medicina Regenerativa en Arizona.
En Estados Unidos, hay como 60 000 personas que viven sin laringe, principalmente debido al cáncer laríngeo o a los efectos residuales de los daños causados por la radiación. Otros casos también se deben a traumatismos irreversibles en la laringe. Por ello, hace mucha falta contar con terapias novedosas para los 12 000 casos nuevos de cáncer laríngeo que, según datos del Instituto Nacional del Cáncer, se diagnostican anualmente en Estados Unidos.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) dice que la incidencia mundial del cáncer laríngeo alcanzó un total de 184 615 en el año 2020 y, por tanto, se ubica en el puesto número 20 entre todos los tipos de cáncer con disponibilidad de datos. En el año 2020, el CIIC informó que las muertes por cáncer laríngeo en todo el mundo alcanzaron un total de 99 840, lo que posiciona a este cáncer en el puesto número 18 entre todos los tipos de cáncer con disponibilidad de datos.
Después de la laringectomía, el paciente debe respirar por un orificio en el cuello, llamado traqueostoma, pero esto puede resultar socialmente vergonzoso y físicamente complicado. Por ejemplo, hasta tomar una ducha puede representar un riesgo de ahogamiento si, en algún momento, llega a entrar agua por el orificio en el cuello. A esto hay que sumar la ardua tarea de volver a aprender a hablar. Muchas personas sin laringe usan una prótesis que les permite emitir sonidos cuando expulsan el aire desde los pulmones a través de una válvula. Otra alternativa es hablar mediante un dispositivo a pilas que, cuando se sostiene junto a la garganta, produce sonidos de robot mecánico.
Mayo Clinic es la primera en tres métodos de reparación de la laringe, los cuales conllevan el potencial de regenerar tanto la forma como la función de este complejo órgano.
Trasplante de laringe
Los avances en microcirugía han colocado a Mayo Clinic entre los primeros en ofrecer trasplantes de laringe. Gracias a poderosos microscopios, los cirujanos logran conectar vasos sanguíneos y nervios diminutos para trasplantar con éxito la laringe de un donante fallecido en un paciente vivo. El Programa para trasplante de laringe y tráquea en Mayo Clinic de Arizona recibió de la Red Unida para Compartir Órganos la autorización para realizar estos trasplantes. La Red Unida para Compartir Órganos es un programa de designación federal que controla el sistema para trasplante de órganos en Estados Unidos. Mayo Clinic realizará, a través del primer ensayo clínico de este tipo, dos trasplantes de laringe por año durante los siguientes cinco años y, luego, evaluará los resultados para aplicarlos en la atención clínica estándar.
El trasplante es lo mejor para las personas que sufrieron una lesión en la laringe o para quienes se curaron de un cáncer laríngeo, pero que la laringectomía o los daños causados por la radiación les impiden comer, hablar o respirar.
«El trasplante de laringe provee tejido bueno, nuevo y sano. Un trasplante exitoso de laringe puede restablecer la capacidad del paciente de respirar por la nariz, tragar normalmente y hablar con una voz que suena más natural», anota el Dr. Lott.
El trasplante de laringe ofrece la mejor manera de recuperar la función laríngea, pero hay que pagar un precio, pues después del trasplante, el paciente requiere tomar de por vida inmunosupresores para evitar el rechazo del órgano.
Implantes de impresión tridimensional
El cáncer laríngeo muy a menudo afecta solamente la mitad de la laringe. Por ello, Mayo Clinic descubrió una nueva manera de extirpar solo la parte enferma de la laringe y conservar la porción sana. A través de tomografías computarizadas, Mayo Clinic logra crear una réplica tridimensional de la parte enferma de la laringe, con las dimensiones exactas del pedazo extirpado; luego, se imprime esta estructura tridimensional que sirve como andamio y se la implanta en la laringe.
«Esto puede evitar la necesidad de una laringectomía y, por lo tanto, evitar la necesidad de un trasplante. Los pacientes no necesitan sonda de traqueostomía a largo plazo, pueden comer y beber normalmente y no pierden su voz natural», explica el Dr. Lott.
Una vez implantada la estructura que sirve de andamio, el Dr. Richard Hayden, médico fellow en otorrinolaringología, la cubre con un colgajo muscular. Con el tiempo, crece tejido blando sobre la estructura que sirve de andamio y, de esa manera, se regenera la parte de la laringe perdida por el cáncer. Se anticipa que el procedimiento dure el resto de la vida del paciente. Actualmente, el andamiaje implantado existe para el cuidado clínico.
Los estudios del Dr. Lott procuran avanzar todavía más los implantes de impresión tridimensional. El equipo de este médico investiga si sembrar células madre y factores de crecimiento dentro del andamiaje tridimensional puede regenerar el tejido laríngeo, sin necesidad de la intervención quirúrgica para el colgajo muscular.
«Las células madre y otros factores de crecimiento permiten al cuerpo crear un epitelio natural, por lo que nuestra teoría es que no se necesitaría músculo de otras partes del cuerpo para completar la cirugía. Eso reduciría el tiempo de recuperación y ahorraría dinero al paciente. Además, los pacientes posiblemente no necesiten una traqueostomía después de la cirugía», añade el Dr. Lott.
El Dr. Lott espera que para el año 2022, sus investigaciones sobre los implantes tridimensionales de células madre avancen desde los estudios preclínicos actuales hasta ensayos clínicos en seres humanos. Entre tanto, su equipo intenta encontrar a los primeros candidatos para un trasplante de laringe en el año 2021.
Equipo Prensa Portal Red Salud