La presencia de movimientos rápidos, involuntarios y estereotipados es uno de los principales síntomas conocidos como «tics». Aunque las personas afectadas pueden intentar evitarlos, a menudo experimentan una sensación de paz después de un episodio. En este contexto, el pediatra de Clínica Tarapacá, Dr. Juan Carlos González, brinda una explicación sobre estos tics, así como los diversos tratamientos disponibles para abordarlo.
12 de junio de 2023.- El síndrome de Tourette es un trastorno del sistema nervioso que impulsa a una persona a hacer movimientos y sonidos involuntarios, rápidos y repetitivos, llamados tics. Recibe su nombre por Georges Gilles de la Tourette, quien fue el primero en describir este trastorno en 1885. Existe una fuerte evidencia de que este síndrome se transmite de padres a hijos, aunque el gen aún no se ha encontrado.
En Chile, hay más de 18 mil personas que sufren o podrían estar afectadas por el «Síndrome de Tourette», un trastorno neurológico crónico y genético que se manifiesta durante la infancia y adolescencia. Esta condición a menudo es incomprendida y objeto de burlas.
En este contexto, el profesional de Clínica Tarapacá, Dr. Juan Carlos González señala que “el Síndrome de Tourette suele manifestarse por primera vez en la infancia, generalmente entre las edades de 7 y 10 años”, los síntomas pueden variar desde movimientos sutiles apenas perceptibles, como gruñidos, aspiración de aire por la nariz o tos, hasta movimientos y sonidos vocales incontrolables y constantes.
El tic facial es el síntoma inicial más común, seguido de otros posibles tics. “El tic se refiere a un movimiento repetitivo, rápido y repentino, o a un sonido vocal. Algunos ejemplos de tics pueden incluir: sonidos involuntarios, repetitivos y rápidos, saltar, caminar siguiendo un patrón específico, muecas faciales, agacharse, aplaudir, entre otras. Mientras que los tics verbales se refieren principalmente a gritar, levantar la voz, repetir palabras ajenas, aclarar la garganta y en un pequeño número de pacientes, decir palabras vulgares”.
En esta misma línea, el pediatra de Clínica Tarapacá, Juan Carlos González, señala que uno de los objetivos del tratamiento es reducir los tics y mejorar las áreas cognitivas en conjunto con fonoaudiología y psiquiatría lo que se logra a través de diversas opciones terapéuticas. “Se pueden utilizar medicamentos que mejoran la dopamina o inhiben la actividad muscular, como el bótox y, además, se pueden recetar medicamentos para abordar el déficit de atención y/o antidepresivos”.
Además de la medicación, se lleva a cabo un proceso de rehabilitación que incluye terapia kinesiológica, fonoaudiológica y psicoterapéutica. Como complemento, en algunos casos, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos, tales como la implantación de electrodos para la estimulación profunda. Sin embargo, el Dr. Juan Carlos González señala que es necesario involucrar a las familias en el proceso tanto de diagnóstico como de rehabilitación del paciente. Es fundamental que el neurólogo tratante brinde una explicación detallada de la enfermedad, sus síntomas y los tratamientos a seguir.
Equipo Prensa Portal Red Salud