Especialistas advierten de un aumento del diagnóstico de esta enfermedad:
Ni género, ni tampoco edad, la dismorfia corporal puede afectar a cualquier persona que no se sienta conforme con su físico, llegando a tener consecuencias graves en la vida diaria, tales como el aislamiento social, problemas de autoestima e incluso depresión.
Santiago, 17 de julio 2023.- “¿No tendrás unos kilitos demás?; ¿adelgazaste? Te ves más bonita; tienes un ojo más grande que el otro; estos comentarios pueden ir generando trastorno dismórfico corporal. Esta enfermedad mental, descrita por primera vez en 1891 por el médico italiano Enrico Morselli, puede tener consecuencias como trastornos alimentarios, problemas de autoestima o aislamiento social.
En este contexto, la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera, María José Navarrete, menciona que “este es un trastorno de la percepción en el cual una persona se enfoca intensamente en un defecto percibido en su apariencia física. A menudo, esta preocupación se centra en áreas específicas como la piel, el cabello, la nariz, los ojos, entre otros, generando un malestar emocional significativo”.
Estos defectos percibidos se pueden adquirir de diferentes modos. De acuerdo con la especialista muchas veces provienen de múltiples comentarios de personas cercanas, ya sean compañeros del colegios, amigos, familia o personas del trabajo que hacen notar algunos aspectos físicos con los cuales la persona no se siente cómoda.
También, “muchas veces las redes sociales pueden influir en cómo creemos que se puede ver un cuerpo o cómo se debería ser su aspecto físico. Ya que, nos muestran personas delgadas, musculosas, pieles perfectas y que, en muchas ocasiones, entregan ‘tips’ para verse como ellos”, menciona la psicóloga.
Es este sentido, Navarrete explica que es sumamente riesgoso intentar conseguir estos estándares de bellezas, ya que “se pueden generar trastornos de conducta alimentaria (TCA), obsesionarse con el gimnasio, y otras obsesiones que pueden generar ansiedad”. Es por esto que, en caso de padecer este trastorno, es importante empezar un tratamiento si es que la persona reconoce síntomas de dismorfia corporal.
Algunos de los síntomas más comunes que se pueden generar son preocuparse extremadamente por algún defecto percibido; creer que los demás ponen especial atención en tu apariencia; buscar procedimientos estéticos con poca satisfacción; aislamiento social; por decir algunos.
De acuerdo a la profesional, no conseguir un tratamiento psicológico adecuado puede generar que el trastorno se intensifique. “No es algo que se cura por sí sólo o desaparece a medida que las personas vayan creciendo, sino que este trastorno no diferencia ni edad, ni género. De no tratarse se pueden acentuar trastornos alimenticios, atracones y problemas en la relación del paciente con la comida.
Es por esto que la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera aclara que es fundamental contar con un apoyo emocional dentro del círculo cercano. “Muchas veces son las personas más cercanas a nosotros, quienes nos pueden crear inseguridades, es por esto que las madres, padres, tíos, amigos, etc., deben fomentar un sano relacionamiento con el físico, donde no se relacione la belleza con el estar más gordo, flaco, o cómo se ve la piel o el cabello”.
Equipo Prensa Portal Red Salud