El Fentanilo puede llegar a ser hasta 100 veces más fuerte que la morfina.
El uso indebido del fentanilo, a causa de la venta informal de esta sustancia ha generado la preocupación de las autoridades, debido a sus características, las que pueden ser potencialmente letales si no se administran adecuadamente.
Pero ¿para qué se usa clínicamente y cómo se diferencia de la droga? El académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes y anestesista, Dr. David Torres, explica que el fentanilo, en primera instancia, es un opioide sintético, que no depende de sustratos naturales para ser elaborado como la heroína o cocaína.
En forma clínica, el Dr. Torres menciona que se usa para el manejo del dolor agudo como un cólico renal y se administra a los pacientes de forma endovenosa. “El fentanilo no produce sedación ni tampoco amnesia del episodio y tiene un inicio de acción muy rápido, lo que nos permite controlar eficazmente un cuadro de dolor”, indica el académico.
El Dr. Torres explica que, dentro de un contexto de salud, en las personas en que se ha usado fentanilo durante su hospitalización, no es común que se vuelvan adictas, además menciona que muchas veces, “cuando se consumen como drogas recreacionales, tienen otros aditivos que hacen que se produzca mayor adicción que cuando uno lo ocupa en un contexto de salud, como cuando lo mezclan con cocaína, que tiene mayores propiedades adictivas que el fentanilo propiamente tal”, explica.
Por otro lado, el riesgo de depresión respiratoria aumenta cuando no se titula correctamente o no se conoce la concentración, lo que puede causar daño neurológico o muerte.
“Las características que presentan algunas personas que la hacen llamar droga zombie, como la pérdida del tono muscular y la necrosis en los lugares de inserción, no corresponden al fentanilo, sino a un sedante mayor de uso veterinario, que algunos vendedores de droga mezclan con fentanyl”, concluye el anestesista.
Equipo Prensa Portal Red Salud