El sueño puede ser reparador; pero algunas veces no ser suficiente. Sepa a qué síntomas estar alerta y cuando acudir a un especialista.
A menudo, las personas experimentan cansancio sin haber realizado actividades intensas, duermen poco y se sienten fatigadas durante el día. Jorge Gaete, psiquiatra y académico de la Escuela de Educación de la Universidad de los Andes, señala que cuando el cansancio impacta la vida diaria, el sueño deja de ser reparador, cuesta conciliar el sueño y las mañanas comienzan con una sensación de agotamiento. En estos casos, es probable que se trate de una tensión de origen mental, más que físico.
¿A qué señales hay que estar alerta?
Gaete señala que cuando una persona experimenta poca energía, se fatiga con facilidad y encuentra difícil disfrutar de actividades que solía disfrutar, «estamos ante una situación más compleja y preocupante», advierte. Este cansancio suele estar acompañado de dolores de cabeza, tensión muscular, y alteraciones del sueño, que podrían ser indicios de estrés, ansiedad u otros problemas de salud.
En este contexto, Gaete ofrece un ejemplo para identificar si el cansancio pudiera ser un síntoma de un problema de salud más serio. «Es normal sentirse fatigado después de realizar actividad física. Sin embargo, si alguien experimenta cansancio sin haber realizado un esfuerzo físico significativo, esto podría ser una señal de que algo está ocurriendo a nivel mental, más que físico», explica.
Pero para hacer frente a estas situaciones, el académico menciona tres elementos clave para disminuir el cansancio y la fatiga:
- La actividad física: ayuda a estar mejor preparados para posibles situaciones que produzcan estrés.
- Preparar bien el sueño: dormir las horas adecuadas.
- La alimentación: es importante tener precaución con el consumo de alimentos como el café y el alcohol, especialmente en las horas de la tarde, ya que pueden interferir con la calidad del sueño y evitar que este sea realmente reparador.
Equipo Prensa Portal Red Salud
