Aunque se trata de un concepto asociado principalmente al ámbito laboral, cada vez más se ha ido asociando a otros contextos donde las personas experimenten estrés crónico, agotamiento, fatiga y desgaste, ya sea por las intensas responsabilidades que deben cumplir o por demandas emocionales complejas de manejar.
Es así como el llamado “síndrome de burnout” es usual en esta época del año, cuando las personas deben enfrentarse a pruebas, exámenes, cierres de ciclos en el trabajo, compras navideñas y el propio balance de lo que hicimos y lo que dejamos de hacer.
De acuerdo a la jefa del Servicio de Psiquiatría de Clínica Las Condes, doctora Maritza Herrera, lo primero que se debe identificar es de dónde parte esta sensación. “Al comienzo del año, las personas suelen hacer muchos planes y proyectos, se generan expectativas sobre lo que queremos lograr y las múltiples actividades que queremos llevar adelante. ¿Y qué pasa en esta época del año? Se hace una evaluación, generalmente muy autocrítica, sobre lo que hicimos y lo que aún nos falta por hacer, generándose esa sensación de desgaste”, explica.
Pero, adicionalmente, “diciembre suele ser un mes en que, además, hay muchas actividades, cierres de año, compras navideñas y esa larga lista de cosas puede ser abrumadora para una persona, lo que se suma al cansancio acumulado por todo lo hecho durante el resto del año, por lo que se puede producir estrés, fatiga o angustia”.
Por eso, la doctora Herrera dice que “es importante ser compasivos con nosotros mismos, vigilar permanentemente nuestro estado emocional y detectar cuáles son las repercusiones que este burnout podría estar causándonos”.
Esto, precisa la psiquiatra, porque el síndrome de burnout puede desencadenar depresión, ansiedad, baja autoestima, aislamiento social, ausentismo laboral, alteraciones de las funciones cognitivas, entre otros.
¿Cómo enfrentarlo?
Entre las herramientas para hacer frente a esta sensación de estrés y agotamiento, la doctora Herrera recomienda:
- Desarrollar estrategias de relajación periódicas, por ejemplo, a través de técnicas de relajación o mindfulness.
- Entender la importancia de las actividades recreativas que favorezcan el descanso, la diversión, el desarrollo personal y el contacto social.
- Pedir ayuda. “Si nos estamos sintiendo cansados por todo lo que conlleva lo vivido en el año, es muy importante que activar nuestras redes de apoyo; avisarle a nuestro jefe o profesor, a nuestros padres, a nuestro esposo, a nuestra familia, decirles que hay una situación que estamos viviendo y que nos tiene desgastados, para así poder obtener el apoyo que necesitamos”, afirma.
- Favorecer el estilo de vida saludable. Esto es, dieta saludable, actividad física, un adecuado descanso, evitar alcohol y drogas, entre otros. “Si tenemos un cuerpo que cuidamos como nuestro propio templo, podemos resistir de mejor manera la cantidad de actividades que tenemos que vivir en un año determinado”, sostiene la especialista.
Equipo Prensa Portal Red Salud