La gran mayoría de las malformaciones se pueden conocer durante el embarazo. Por ello, los especialistas advierten que los controles prenatales son fundamentales para pesquisarlas a tiempo.
Santiago, febrero de 2025.- El 14 de febrero no solo se celebra el Día de los Enamorados, también es la efeméride para destacar la importancia del cuidado del corazón de los recién nacidos: el Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas.
“Representan un peso importante para la mortalidad de los niños en nuestro país. Pesquisarlas a tiempo es fundamental porque la gran mayoría se deben intervenir quirúrgicamente o por cateterismo cardiaco durante el primer año de vida”, explica el Dr. Daniel Pérez, médico jefe de la Unidad Cardiovascular Pediátrica de Clínica Santa María.
Asimismo, el coordinador del Servicio de Urgencia pediátrica de Clínica Santa María y presidente de la Fundación del Corazón, dependiente de la Sociedad Chilena de Cardiología, Dr. Carlos Fernández, afirma que es la primera causa de muerte de niños en su primer año de vida.
“Las cardiopatías son malformaciones que se producen muy temprano en el embarazo, cuando se está formando el corazón, que debe tener una serie de movimientos, rotaciones, cambios de posición donde va a quedar definitivamente. Cuando existe una alteración genética u otro tipo de factores que impiden que se forme de manera normal se produce esta condición que al nacer se puede manifestar”, señala.
Se estima que son más de 200 tipos diferentes de malformaciones al corazón y con distinta gravedad. Unas se pueden detectar cuando el paciente nace y otras, que son más leves, a lo largo de la vida. La gran mayoría se pueden detectar durante los controles prenatales, es decir, cuando el obstetra realiza la ecografía tiene elementos de sospecha que los niños pueden nacer con una cardiopatía.
“Esto es súper importante para los niños de nuestro país detectarlas a tiempo. Es una malformación frecuente, 1 de cada 100 niños va a nacer con este problema. Por lo tanto, no es lo mismo que nazcan en una región extrema donde no va a poder ser intervenido, que lo haga cerca de los centros donde se pueda resolver”, advierte el doctor Fernández.
Síntomas de las cardiopatías congénitas
El doctor Pérez comenta que existen ciertos patrones que permiten detectar aquellos pacientes que nacen con estas patologías, específicamente, la coloración azulada de los labios, de la mucosa oral o del lecho ungueal (tejido blando que se encuentra debajo la uña).
“Se caracteriza por un mayor esfuerzo del recién nacido al tomar leche o un llanto intenso. También aquellos neonatos que no logran tomar la mamadera entera porque se cansan y en consecuencia crecen menos”, asegura el cardiólogo.
Además, los especialistas hacen un llamado a no saltarse los controles pediátricos para poder pesquisar también aquellos que ha sido más difícil su diagnóstico. “Todos los niños se cansan al hacer deporte, lo que llama la atención es cuando no pueden ni caminar, eso obliga a una consulta con su pediatra”, señala el Dr. Fernández.
Cardiología pediátrica de Clínica Santa María
Las cardiopatías congénitas son patologías complejas que necesitan de un equipo preparado. El Centro Cardiovascular Pediátrico de Clínica Santa María está integrado por tres cirujanos y 10 cardiólogos infantiles de vasta experiencia en cirugías cardíacas y cardiología intervencional en recién nacidos, prematuros, lactantes y adolescentes. Además, cuenta con especialistas en ecografía fetal y cardiología neonatal en el embarazo y el parto del feto cardiópata y sus cuidados luego del nacimiento.
El Centro posee todas las instalaciones necesarias para el diagnóstico y atención cardiológica infantil. Así también, dispone de equipamiento de última generación en imagenología cardíaca y una Unidad de Cuidados Intensivos Cardiológicos Pediátricos exclusiva para sus pacientes, que le ha permitido posicionarse como un referente a nivel nacional.
“Durante una década de trabajo la cantidad de pacientes ha aumentado progresivamente y en la actualidad atendemos a menores que vienen desde Perú y Bolivia. Las familias confían en nuestro equipo y agradecen la calidad médica y humana que les brindamos. El compromiso no es sólo con la salud de los pequeños, también nos preocupamos de acompañar y guiar a los padres en una situación tan sensible como la que enfrentan. Eso es fundamental para nosotros”, destaca el Dr. Pérez.