Durante los meses de invierno, nuestro organismo tiende a requerir mayor energía para mantener su temperatura, lo que muchas veces se traduce en una preferencia por alimentos más calóricos. Sin embargo, una buena alimentación puede ser una aliada para mantener la temperatura corporal sin generar aumento de peso. Linda Gac, nutricionista de Giser, empresa especializada en alimentación institucional, entrega recomendaciones prácticas para lograrlo. “Solo se trata de elegir los alimentos correctos y combinarlos de manera estratégica”, afirma la nutricionista.
El primer consejo es optar por sopas y caldos ligeros, que sean reconfortantes pero bajos en calorías. “Recomiendo caldos de verduras enriquecidos con una fuente proteica como: pollo, pavo, vacuno o pescado, de preferencia cortes magros. Favorecen la sensación de saciedad, son nutritivos y ayudan a mantener el cuerpo caliente”, indica la especialista.
Otra clave es aumentar el consumo de fibra, incorporando una mayor cantidad de verduras y legumbres en la dieta. “Lo ideal es consumir legumbres al menos dos veces por semana, siempre en porciones adecuadas. No solo favorecen el tránsito intestinal y la digestión, sino que prolongan la sensación de saciedad”, afirma la especialista.
Una de las recomendaciones más importantes es incorporar alimentos termogénicos, es decir, aquellos que aumentan la temperatura corporal y aceleran el metabolismo y que son excelentes aliados para combatir el frío sin comprometer un aumento de peso. Estos son algunos ejemplos:
- Jengibre: estimula la circulación y genera calor. Ideal en infusiones, sopas o batidos.
- Canela: mejora la sensibilidad a la insulina. Se puede añadir a infusiones, cereales integrales, frutas o yogurt.
- Té verde y té negro: contienen cafeína y catequinas que estimulan la termogénesis. De preferencia sin azúcar.
- Café: activa el sistema nervioso, aunque su consumo debe ser moderado.
- Pimienta negra y cayena: su capsaicina eleva el gasto energético. Es usado como condimento.
- Vinagre de manzana: ayuda a la digestión y a controlar el azúcar en sangre. Utilizado como aderezo para ensaladas o 1 cucharada diluida en agua en ayuna.
- Ajo y cebolla: fortalecen el sistema inmune y aceleran el metabolismo.
- Proteínas cortes magras (pollo, pescado, huevo, cerdo o vacuno): requieren más energía para su digestión y deben incluirse en las comidas principales.
Finalmente, la nutricionista aconseja combinar estos productos con alimentos saludables y no con comidas muy calóricas o chatarra. Además advierte que no se deben comer en exceso porque pueden irritar el estómago o el sistema digestivo y lo recomendable consumirlos a lo largo del día y no en una sola comida.
Equipo Prensa Portal Red Salud
