La automedicación excesiva de esta vitamina puede provocar hipercalcemia y complicaciones renales y cardíacas.
En los últimos años, la vitamina D ha ganado popularidad como suplemento clave para fortalecer el sistema inmune, mejorar el estado de ánimo y prevenir enfermedades. Sin embargo, su consumo sin indicación médica puede tener consecuencias graves para la salud.
Así lo advierte el académico y médico Nicolás Saá, de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), quien llama a informarse y a evitar la automedicación con esta vitamina.
“Consumir vitamina D sin supervisión profesional y en dosis excesivas puede provocar toxicidad, ya que es una vitamina liposoluble que se acumula en el organismo”, explica el médico. Esta acumulación puede generar hipercalcemia, es decir, niveles elevados de calcio en la sangre, lo que conlleva una serie de efectos adversos: daño renal por depósitos de calcio en los riñones, arritmias cardíacas, calcificación de tejidos blandos, además de síntomas como náuseas, vómitos, debilidad, pérdida del apetito y confusión mental.
El especialista señala que es importante estar atentos a ciertas señales que pueden indicar una sobredosis de vitamina D. Entre los síntomas se encuentran la “sed excesiva, necesidad frecuente de orinar, dolor muscular y óseo, náuseas, constipación, confusión mental y alteraciones en el ritmo cardíaco son síntomas que no deben pasarse por alto”.
Respecto a cuándo se justifica realmente el uso de suplementos, el experto aclara que su indicación médica está reservada para personas con déficit comprobado a través de exámenes de sangre, adultos mayores, personas con escasa exposición solar, como quienes viven en regiones con baja radiación UV o están institucionalizada, y pacientes con enfermedades que afectan la absorción intestinal, como la celiaquía o la Enfermedad de Crohn.
En todos estos casos, el especialista de la UCSC recalca que la suplementación siempre debe realizarse bajo la supervisión de un profesional. “Es el médico quien debe indicar cómo, cuánto y por cuánto tiempo se deben tomar estos suplementos, ya que no todos los organismos responden igual y el exceso puede ser tan perjudicial como la deficiencia”.
Finalmente, el académico advierte sobre la normalización del consumo de suplementos sin control profesional, una práctica que puede generar toxicidad, desequilibrios nutricionales, como alteraciones en los niveles de fósforo y calcio, un gasto innecesario y una falsa sensación de seguridad. “Con una alimentación equilibrada y adecuada exposición al sol, en muchos casos se puede obtener la vitamina D necesaria sin recurrir a suplementos”.
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Equipo Prensa
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