Pese a que los accidentes en casa no se pueden prever, estar preparados en primeros auxilios o quemaduras podría salvar una vida.
En Chile, los dos tipos de accidentes domésticos más frecuentes son los accidentes con productos de consumo y las caídas. Así también lo demuestran las cifras: según datos de SERNAC, hospitales y COANIQUEM, entre 2023 y 2024 hubo 17.400 atenciones por lesiones relacionadas con productos de consumo. En estos casos, más del 50% afecta a niños entre 5-14 años, por quemaduras con líquidos calientes, estufas, hervidores y objetos calientes.
Según argumenta Gustavo Guerrero, Kinesiólogo de PersonalCare de Grupo Sagita, la prevención es la base de la seguridad en el hogar y comienza por identificar los posibles riesgos en cada espacio. “Es fundamental mantener los elementos potencialmente peligrosos fuera del alcance de los niños, especialmente aquellos que generen calor o contengan sustancias químicas, como planchas, hervidores o productos de limpieza”, señala el experto.
Al mismo tiempo, recomienda ubicar utensilios de cocina, enchufes y artefactos eléctricos a una altura segura, evitar cables sueltos, revisar periódicamente el estado de las instalaciones eléctricas y mantener los ambientes bien iluminados y despejados para prevenir caídas o tropiezos.
Ante una emergencia que involucre quemaduras, es oportuno enfriar correctamente la zona, evitando el uso de hielo y priorizando productos diseñados para este tipo de lesiones. “Ante cualquier emergencia doméstica, los primeros minutos son decisivos. Una respuesta rápida y adecuada puede marcar la diferencia entre una lesión leve y una complicación mayor. Por eso, es fundamental que toda persona adulta conozca maniobras básicas de primeros auxilios”, asegura Guerrero.
Por otro lado, en caso de que haya una herida, se debe aplicar presión directa sobre la zona afectada, y en el caso de ser un golpe muy fuerte, inmovilizar extremidades ante posibles fracturas o esguinces.
Cómo enfrentar una emergencia y quemaduras en la piel
En Chile, las quemaduras son un problema de salud significativo, con más de 80.000 niños que sufren este tipo de accidentes al año, donde las principales causas incluyen quemaduras térmicas (calor, fuego) y escaldaduras. Ante una quemadura, lo esencial es mantener la calma y actuar con rapidez.
Guerrero señala que lo primero es interrumpir la exposición a la fuente de calor o al agente causante, ya sea fuego, líquido caliente, vapor o sustancia química. Luego, se deben retirar con cuidado los anillos, relojes o prendas ajustadas, siempre y cuando no estén adheridas a la piel, para evitar que el área se inflame y comprima los tejidos.
Si bien una quemadura puede enfriarse con agua corriente a temperatura ambiente (nunca hielo ni agua muy helada), es fundamental contar con productos especializados dentro del kit de primeros auxilios, que ayuden a disipar el calor interno acumulado en las capas más profundas de la piel, como Burnshield®. Luego, se debe cubrir la zona con un material limpio o estéril, evitando aplicar cremas, aceites u otros remedios caseros.
Finalmente, si la quemadura es extensa, profunda o compromete áreas sensibles como el rostro, manos o genitales, es imprescindible buscar atención médica inmediata. Una respuesta oportuna y el uso del equipamiento correcto pueden marcar la diferencia en la recuperación del tejido y en la reducción de secuelas.
Para estar preparados para cualquier emergencia doméstica, Gustavo Guerrero recomienda que el kit de primeros auxilios contenga: gasas estériles, vendas, guantes desechables, tijeras, alcohol gel, solución fisiológica, apósitos adhesivos, termómetro, pinzas y productos especializados para la atención inmediata de quemaduras térmicas, como Burnshield®, un hidrogel estéril formulado con agua gelificada y aceite de árbol del té, desarrollado para el tratamiento inicial de quemaduras. Su acción ayuda a absorber el calor residual lo que enfría la zona, aliviar el dolor y prevenir la progresión del daño en el tejido, facilitando la atención posterior y reduciendo el riesgo de complicaciones.
Contar con estos elementos en buen estado y saber utilizarlos permite actuar con rapidez y seguridad, brindando una primera respuesta eficaz mientras se coordina la asistencia médica, si es necesaria. De esta forma, se promueve una cultura preventiva en el hogar, donde la preparación se convierte en la mejor herramienta para cuidar la salud y el bienestar familiar.