La sexualidad es un pilar fundamental en la identidad, autoestima y bienestar de todo ser humano. Para nuestros jóvenes, es una etapa de descubrimiento, curiosidad y construcción de relaciones. Sin embargo, al hablar de jóvenes con discapacidad física motora, la complejidad se multiplica, y el tema, lamentablemente, se invisibiliza o queda relegado al silencio.

En Chile, el apoyo estatal y las ayudas técnicas se han centrado históricamente en lo tangible: la movilidad. Se piensa en la silla de ruedas, en la rampa, en la órtesis. Si bien son vitales, son apenas la mitad de la solución. La otra mitad, la que toca el derecho a la intimidad, al placer y a la autonomía sexual, es la gran cuenta pendiente.

La Crisis de la Adolescencia Inesperada

Nuestra preocupación se agudiza al pensar en los jóvenes que pierden su movilidad súbitamente, en edades críticas como entre los 11 y 17 años, debido a un accidente o enfermedad. Antes de la lesión, gozaban de total autonomía corporal; de un día para otro, se ven forzados a una rehabilitación que se enfoca solo en la funcionalidad. El golpe psicológico es tremendo, generando frustración y, a menudo, depresión.

A esto se suma la bienintencionada, pero dañina, infantilización por parte de algunos padres y cuidadores. Sin mala fe, y por una falta de educación, muchos ven a sus hijos con discapacidad como seres asexuados, negándoles el espacio para explorar y vivir su sexualidad. Esto es una violación a su dignidad y a su desarrollo integral.

Full Life: Más que una Silla, un Grito de Autonomía

Por eso creamos la silla Full Life. Nuestro dispositivo es una ayuda técnica certificada que simula el movimiento pélvico. No es solo una silla, es una herramienta de empoderamiento. Es la autonomía que se le devuelve al cuerpo para participar activamente en el acto sexual de forma segura, cómoda y digna.

Hemos intentado, y seguiremos intentando, llevar esta visión a organismos clave como SENADIS y Fundación Teletón. La complejidad radica en que es difícil explicar que nuestra tecnología, aunque por razones obvias no es un producto económico, es un componente esencial de la rehabilitación holística.

Nuestra Meta para 2026: Una Política Pública de Sexualidad Inclusiva

Nuestra gran meta para el 2026 es iniciar un cambio cultural y político, partiendo por los padres y madres. Queremos proponer a centros de rehabilitación como la Fundación Teletón la realización de talleres y charlas educativas dirigidas a los padres de jóvenes desde los 11 años.

No podemos esperar a que estos jóvenes cumplan la mayoría de edad para validar su sexualidad. La decisión de apoyarlos en este proceso recae en sus padres, y es nuestra responsabilidad darles las herramientas y la información.

Una política pública que incorpore la salud sexual inclusiva y la promoción de ayudas técnicas como Full Life —ya sea a través de subsidios, fondos concursables o programas de fundaciones— no solo aliviaría el alto costo del producto para muchas familias, sino que reconocería formalmente que la felicidad y la plenitud son parte de la recuperación.

La silla Full Life no es una cura para la depresión, pero sí puede ser un poderoso catalizador para la autoestima y la conexión afectiva. No podemos darnos el lujo de seguir invisibilizando una dimensión tan humana. El derecho a una vida sexual plena es un derecho de todos.

La sexualidad en la discapacidad debe dejar de ser un tabú y convertirse en un plan de acción.

Para más información, visita https://somospuravida.cl/.

Por Fernanda Arenas, CEO de Full Life y Fonoaudióloga.

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