- La asfixia por inmersión es la primera causa de muerte accidental entre los niños de 1 a 4 años, con alrededor de 340 casos al año. Según el especialista de Nueva Clínica Cordillera, el pediatra Fernando Ruiz Esquide, sólo bastan 60 segundos bajo el agua y 3 minutos sin maniobras de primeros auxilios para sufrir consecuencias neurológicas, y en el peor caso, la muerte.
Santiago, 07 de febrero de 2022.- Las cifras en nuestro país son alarmantes, sobre todo cuando el 70% de estos accidentes ocurren cuando niños y niñas estaban siendo supervisados por un adulto. En Chile se producen cerca de 340 ahogamientos en el año, dónde el 15% de estos suceden a niños menores de 15 años.
Según la Organización Mundial de la Salud, la asfixia por inmersión es la cuarta causa de muerte en el mundo. Por este tipo de accidentes, fallecen más de 300 mil personas al año, donde la mitad corresponde a personas menores a 20 años y la mayoría sabía nadar.
La asfixia por inmersión se define como una insuficiencia respiratoria producida por inmersión en un medio acuoso, lo suficientemente grave como para necesitar maniobras de soporte vital en el lugar y luego ser transportado a un servicio de urgencias. En un lactante, la cantidad de agua requerida para ahogarse son 5 centímetros de altura.
En este período de vacaciones y calor, muchos niños se sienten atraídos por el agua, siendo muy peligroso si no hay una vigilancia permanente. Según el especialista de Nueva Clínica Cordillera, el pediatra Fernando Ruiz Esquide, los accidentes más comunes en verano se asocian a caídas y ahogamientos en niños menores de 5 años, siendo este último la primera causa accidental de muerte entre estos menores. Entre los principales lugares donde suelen ahogarse se encuentran: 55% piscinas en casas, 6% piscinas públicas, 1,5% tinas de baño, 1,5% tranques y 1,5% el mar, entre otros
De acuerdo al doctor Ruiz Esquide, “jugar en el agua puede ser muy divertido, sobre todo en verano debido a las altas temperaturas. Sin embargo, es muy importante la supervisión de un adulto en todo momento, ya que los casos de asfixia por inmersión ocurren cuando el adulto a cargo desvía su atención”.
En este contexto, el profesional cree que es necesario una cultura de aprendizaje en torno a este tema, ya que “un niño no se puede bañar en cualquier lugar, hay muchos lugares demarcados con prohibición del baño”, por lo que hay que ser conscientes de esto para evitar accidentes.
¿CÓMO PREVENIR Y ACTUAR?
En primera instancia, no se debe perder de vista en ningún momento a los niños. “Si tocan el timbre de la casa o debe realizar otra acción dentro del hogar, se debe llevar al niño o niña junto al adulto” explica el pediatra de Nueva Clínica Cordillera, Fernando Ruiz Esquide.
También son importantes las clases de natación. Sin embargo, según la Asociación Americana de Pediatría, recién a los 4 años los niños tienen habilidades neuromusculares adecuadas para flotar, por lo que asistir a clases de natación a temprana edad no acelera su capacidad de supervivencia ante estas emergencias.
El profesional recomienda enseñarles a los niños el respeto por el agua, no correr alrededor de las piscinas y tampoco dar saltos o piqueros. También señala la importancia de actuar a tiempo si se produce un accidente y seguir estos consejos:
- Nunca perder de vista a niños en lugares con agua
- Se recomienda vaciar piscinas inflables una vez que se han desocupado
- Es fundamental instalar rejas de protección alrededor de las piscinas
- Uso de chaleco salvavidas apropiado para la edad y peso y que esté certificado por un organismo oficial.
Equipo Prensa Portal Red Salud
