Nuevos fármacos diseñados para la prevención, junto a un manejo integral de otros factores, permiten a los pacientes anticiparse a las crisis en vez de solo reaccionar a ellas, reduciendo drásticamente la discapacidad.
Santiago, 10 de septiembre de 2025. – Gracias a la llegada de fármacos de última generación, capaces de reducir a la mitad los días de crisis en un alto porcentaje de pacientes, y un enfoque integral que aborda desde la calidad del sueño hasta la salud mandibular, miles de personas tienen hoy la oportunidad de tomar el control y anticiparse a la migraña en vez de solo sufrirla.
¿Funcionan los fármacos preventivos?
El pilar de los nuevos enfoques contra la migraña son los tratamientos preventivos que actúan bloqueando la molécula CGRP. La Dra. Lylian Brunetto, neuróloga de Clínica Dávila, explica: «Esta molécula es un mensajero intracelular implicado en la cefalea trigémino-vascular, que se asocia con la dilatación de los vasos sanguíneos y la transmisión del dolor durante las crisis. Basándose en este mecanismo, se han desarrollado fármacos que bloquean dicho mensajero para reducir la frecuencia y la intensidad de los episodios».
«El candidato ideal para recibir este tratamiento, y en quien se esperaría un mayor efecto, es el paciente con crisis de migraña muy frecuentes e intensas», añade la Dra. Brunetto.
Los resultados son contundentes. “En la práctica clínica, entre un 40 y un 60 por ciento de los pacientes logra reducir a la mitad sus días de dolor. En quienes tienen migraña crónica, es posible disminuir en promedio entre seis y nueve días de crisis al mes. Estos tratamientos son en general bien tolerados, aunque requieren control médico para ajustar la indicación y vigilar efectos adversos”, detalla el Dr. Juan Pablo Betancur, neurólogo de Clínica Biobío.
En tanto, el neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Juan Pablo Mansilla, coincide y complementa: “Los pacientes reportan una reducción de al menos el 50% en la frecuencia e intensidad, lo que se traduce en una mejora significativa en su calidad de vida y una menor necesidad de analgésicos”.
¿Qué otras medidas sirven para la migraña más allá de las pastillas?
El éxito de la prevención no depende solo de los fármacos. El plan personalizado es clave y comienza con el manejo del sueño. El doctor Betancur destaca tres hábitos cruciales:
- Mantener horarios estables
- Exponerse a luz natural por la mañana
- Evitar pantallas antes de dormir
Advierte que, si existen sospechas de insomnio crónico o apnea del sueño, es fundamental derivar a un centro del sueño, ya que abordar estas condiciones puede marcar la diferencia en la frecuencia de la migraña.
La Dra. Erika Krauss, neuróloga de Clínica Dávila Vespucio, asegura que la personalización es especialmente relevante en las mujeres, cuyas crisis están ligadas a los cambios hormonales. “En la perimenopausia tienden a intensificarse por la irregularidad hormonal”, explica. Para la migraña menstrual recomienda un plan proactivo: “Usar antiinflamatorios de manera preventiva en los días críticos, complementar con magnesio, reforzar rutinas de descanso y actividad física ligera”.
El enfoque integral también considera factores menos evidentes como la salud mandibular. El odontólogo de Clínica Santa María, Diego Bennet, indica que cuando el dolor de cabeza se presenta junto con dolor al masticar, rigidez matutina o ruidos mandibulares, podemos suponer que está asociado a un trastorno temporomandibular. Este hallazgo requiere un manejo conjunto entre Neurología y Odontología.
El diario de cefalea: la herramienta para tomar el control
Para que el plan funcione la participación del paciente es esencial. En esto, el “diario de cefalea” es fundamental. “Permite ver objetivamente si la terapia preventiva está funcionando y ayuda a detectar un consumo excesivo de analgésicos, que es la principal causa de que la migraña se vuelva crónica”, enfatiza el Dr. Mansilla. Este simple registro se convierte en la mejor herramienta para que el paciente y el médico tomen decisiones informadas, rompiendo el círculo vicioso del dolor y la automedicación.