- La temporada estival incrementa la presencia de polen y alérgenos en el aire, provocando un aumento en los casos de rinitis alérgica y otras afecciones respiratorias que suelen confundirse con un resfriado común; afectando al 40% de los niños y al 30% de los adultos.
La primavera trae consigo temperaturas más agradables, pero también un aumento en la polinización y de los cuadros de rinitis alérgica. Según estudios recientes, esta enfermedad inflamatoria crónica afecta a casi 4 de cada 10 niños y a 3 de cada 10 adultos, y pese a su alta prevalencia, sigue siendo mal diagnosticada.
“La rinitis alérgica no es sólo un resfrío pasajero, puede provocar obstrucción nasal, estornudos, picazón y pérdida del olfato, afectando la calidad de vida de las personas y derivando en complicaciones como reagudización de asma, sinusitis u otitis”, explica el Dr. Cristóbal Langdon, especialista en otorrinolaringología y director médico de Speaknosis.
El impacto de esta patología va más allá de lo físico: somnolencia, dificultad para concentrarse y fatiga son síntomas frecuentes que afectan el rendimiento escolar, laboral y la vida social.
Ahora, con la inminente llegada de la primavera y el aumento de polen en el aire durante esta temporada es un detonante clave, puesto que la exposición prolongada puede generar inflamación persistente en las vías respiratorias, aumentando el riesgo de complicar asma preexistente si no se trata adecuadamente.
Por ello, el experto de Speaknosis, señala algunas recomendaciones para prevenir y actuar ante cualquier síntoma:
Evitar ventilar la casa en horas de mayor polinización (temprano por la mañana y al atardecer).
Mantener ventanas cerradas durante los días de alto recuento de polen.
Realizar lavados nasales frecuentes para limpiar la mucosa nasal.
Consultar con un especialista ante síntomas persistentes o graves.
“El mayor error es la automedicación o el mal uso de tratamientos intranasales. Es clave recibir orientación médica y comprender que la rinitis alérgica requiere un enfoque integral, más allá de aliviar sólo los síntomas”, agrega Cristóbal.
Los especialistas insisten en no minimizar los síntomas nasales y acudir a una consulta médica en caso de persistencia. La rinitis alérgica, lejos de ser un problema menor, puede afectar el descanso, el rendimiento diario y la salud respiratoria a largo plazo.