Un reciente estudio publicado en la revista científica Behavioral Sciences (DOI: 10.3390/bs15091183) analizó cómo la crianza positiva y el bienestar emocional de madres adolescentes de bajos ingresos en Chile influyen en el desarrollo socioemocional de sus hijos. El artículo, titulado “The Role of Positive Parenting and Maternal Well-Being of Low-Income Chilean Adolescent Mothers in Their Children’s Negativity”, incluyó a 79 madres de entre 15 y 21 años, junto a sus hijos de 10 a 24 meses, provenientes de la Región del Biobío, y fue realizada por un equipo integrado por académicos de la Universidad Viña del Mar (UVM), la Universidad de Barcelona (UB), la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), la Universidad San Sebastián (USS), la Universidad Adventista de Chile (UNACH) y la Universidad Santo Tomás (UST).
El estudio evidenció que las madres que expresan afecto, capacidad de respuesta y estímulo a la autonomía de sus hijos favorecen un desarrollo socioemocional más sano y reducen las conductas de “negatividad” infantil, entendidas como expresiones de enojo, rechazo u hostilidad hacia la madre. En cambio, la ansiedad materna y percepciones negativas sobre el desarrollo socioemocional de los niños se relacionaron con un aumento de dichas conductas.
En términos estadísticos, la investigación mostró que un mayor nivel de afecto y sensibilidad materna se asoció a menores niveles de negatividad en los hijos, mientras que el aumento de la ansiedad en las madres jóvenes predijo un incremento de estas conductas.
El académico UCSC y coautor del estudio, Dr. Felipe Poblete, jefe de carrera de Pedagogía en Educación Física, subrayó que “la salud emocional materna impacta en la calidad de las interacciones parentales, influyendo directamente en el desarrollo socioemocional de los hijos. Por ello, resulta fundamental potenciar estrategias que promuevan entornos seguros y cálidos, especialmente en contextos de vulnerabilidad”.
En cuanto al escenario nacional, el Dr. Poblete valoró la existencia de programas como Chile Crece Contigo y el Programa Para que Estudie Contigo (PEC) de la JUNJI, pero enfatizó la necesidad de fortalecer políticas públicas que amplíen recursos de acompañamiento psicosocial y de salud mental. “Se requieren intervenciones comunitarias que promuevan la parentalidad positiva, incluyan apoyo en regulación emocional y fortalezcan el vínculo madre-hijo. Asimismo, es clave articular acciones entre los sectores de salud, educación y protección social para brindar redes de apoyo integrales”, agregó.
El estudio abre nuevas rutas para el trabajo científico y social. El Dr. Poblete explicó que “es necesario desarrollar investigaciones longitudinales que incorporen a otras figuras de cuidado y que analicen el rol de educadoras de párvulos en el desarrollo socioemocional, ya que ellas cumplen un papel clave en la creación de experiencias significativas para los niños”.
La investigación resalta la urgencia de abordar el impacto de la maternidad adolescente en contextos de desigualdad. En Chile, las madres jóvenes suelen enfrentar dificultades educativas, laborales y de apoyo familiar, lo que puede intensificar el riesgo de problemas emocionales y conductuales en sus hijos. Bajo este panorama, la evidencia científica demuestra que la crianza positiva y la atención a la salud mental materna son factores protectores decisivos para romper ciclos de vulnerabilidad y pobreza intergeneracional.
























