• Especialista advierte que la interacción entre ambas condiciones multiplica el riesgo de dependencia, hospitalizaciones y pérdida de funcionalidad (que es capacidad para realizar actividades de la vida diaria).

Santiago, noviembre 2025.- El avance sostenido de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) en Chile no solo eleva los costos sanitarios y las complicaciones cardiovasculares, sino que también acelera un problema creciente en el país: el síndrome de fragilidad, especialmente en personas mayores.

La fragilidad es un síndrome caracterizado por pérdida de masa muscular, menor resistencia física y mayor vulnerabilidad a eventos de salud. “Cuando la diabetes se presenta a edades tempranas, puede acelerar la fragilidad. Los pacientes con ambas condiciones pierden musculatura y sufren un mayor riesgo de hospitalizaciones y dependencia”, explica la nutrióloga de Clínica RedSalud Providencia, Dra. Paulina Andrade.

La combinación de glucosa alta, inflamación, sedentarismo y pérdida acelerada de masa muscular genera un círculo vicioso que afecta de manera directa la autonomía. Chile, además, presenta condiciones que agravan ambos males, a juicio de la especialista. “Tenemos un alto sedentarismo, por sobre un 80%, consumo excesivo de pan y hábitos alimentarios poco saludables”, resalta.

Manejo integral: nutrición, ejercicio y tratamientos seguros

 

La prevención y tratamiento de la fragilidad asociada a diabetes requiere un enfoque multidisciplinario. “Es fundamental mantener el fortalecimiento muscular. Muchas veces logramos incluso controlar la diabetes solo con alimentación y actividad física”, señala la nutrióloga.

Entre los pilares del manejo destaca una alimentación estructurada. “No se debe comer frutas u otros alimentos en exceso, todo debe tener la porción que corresponde y a los horarios adecuados”, explica. También debe existir una hidratación adecuada de los adultos mayores y un ejercicio regular principalmente de fuerza, que puede darse incluso en casa, sin acudir a un gimnasio. “Se pueden hacer muchos tipos de ejercicio en el hogar con instrumentos comunes como una silla”, enfatiza.

Sobre los avances terapéuticos, la especialista destaca que hoy existen fármacos con beneficios más allá del control de la glicemia. “Tenemos medicamentos que tienen beneficios a nivel del corazón y del riñón. Entre ellos resalta los análogos GLP-1, que además contribuyen a la baja de peso”, comenta.

Para personas mayores con fragilidad y diabetes, que tienen un alto riesgo de hipoglicemia (baja de azúcar), la nutrióloga advierte que deben evitarse aquellos tratamientos que la produzcan, como la glibenclamida o esquemas complejos de insulina, “lamentablemente no hay un fármaco que disminuya la fragilidad, pero sí podemos evitar la hipoglicemia y para ello se recomiendan medicamentos como la metformina o vildagliptina, que son muy seguros.

Finalmente, la Dra. Andrade subraya la importancia del autocuidado en ambos diagnósticos. “La idea es empoderar al paciente para que él sea parte del tratamiento, porque los cambio en el estilo de vida son fundamentales para lograr los objetivos y generar una adherencia a largo plazo de la terapia”, concluye.

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Equipo Prensa
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