Estudio señala que este nutriente -presente en alimentos como los huevos- es esencial para la salud cerebral y el control de la obesidad.
SANTIAGO- Un estudio reciente de la Universidad Estatal de Arizona, publicado en la revista Aging and Disease, ha puesto de relieve la importancia crucial de la colina, un nutriente esencial, en la protección de la salud cerebral, especialmente en adultos jóvenes con obesidad. El estudio sugiere que la combinación de obesidad y niveles bajos de colina podría sentar las bases para la neurodegeneración décadas antes de lo que se pensaba.
La colina forma parte de las vitaminas hidrosolubles del grupo B, y es necesaria para el funcionamiento adecuado de hígado, músculos y cerebro, así como para el metabolismo lipídico, la composición de la membrana celular y su reparación. El ser humano puede sintetizar esta vitamina en el hígado en pequeñas cantidades. Sin embargo, esta síntesis endógena es insuficiente para hacer frente a las necesidades de colina, por lo que debe ser aportada obligatoriamente por la dieta.
Tradicionalmente, el deterioro cognitivo se ha asociado con la edad avanzada. Sin embargo, esta nueva investigación identificó en adultos jóvenes con obesidad, marcadores biológicos que indican inflamación crónica, estrés hepático y signos de daño temprano a las células cerebrales, como niveles elevados de la cadena ligera de neurofilamentos (NfL). Este es un reconocido marcador de neurodegeneración.
Al respecto, el doctor Francisco Moraga, médico nutriólogo y pediatra, enfatiza la relevancia de estos hallazgos: “Este estudio es una señal de alerta. Los patrones de daño cerebral que esperábamos ver en adultos mayores con deterioro cognitivo se están manifestando en jóvenes con obesidad. Esto sugiere que el deterioro cognitivo y el Alzheimer tienen raíces que se activan mucho antes, vinculadas al estrés metabólico y la inflamación”.
El descubrimiento más significativo fue la detección de niveles inusualmente bajos de colina en los jóvenes obesos que presentaban estos marcadores de daño cerebral. Así, la deficiencia de este nutriente se vincula ahora directamente con la disfunción metabólica y cerebral.
“La colina actúa como un nutriente neuroprotector. “Si no hay suficiente colina, la vulnerabilidad del cerebro al estrés metabólico de la obesidad se acentúa. Es un nutriente clave para el hígado y el cerebro, y su déficit crea un entorno biológico que acelera el daño neuronal”, sostiene Moraga.
Importancia de la alimentación
La evidencia indica que la mayoría de las personas, en especial adolescentes y adultos jóvenes, no alcanzan la Ingesta Adecuada (IA) diaria de colina (550 mg/día para hombres adultos y 425 mg/día para mujeres adultas).
La buena noticia es que la colina se encuentra en varios alimentos, siendo el huevo una de las fuentes más ricas y biodisponibles. Un solo huevo aporta 169 mg de colina.
“Incorporar alimentos ricos en colina es una estrategia simple y poderosa para la salud cerebral a largo plazo,” afirma el Dr. Moraga. “El huevo es una fuente excelente; consumir solo dos huevos al día puede cubrir más del 60% de las recomendaciones diarias. La colina del huevo está unida a fosfolípidos, lo que garantiza una absorción eficiente, ayudando a reducir la inflamación y a fortalecer el cerebro décadas antes de que se manifiesten los síntomas del deterioro cognitivo.”
Este estudio refuerza la necesidad de una ingesta adecuada de colina para sentar las bases de un envejecimiento saludable y proteger la salud cerebral a largo plazo, constituyendo una estrategia nutricional fundamental contra la neurodegeneración.
























