- La doctora Carolina Herrera, médico internista broncopulmonar y especialista en medicina intensiva, afirma que “la tuberculosis es una enfermedad que se ve como del pasado, casi extinta, pero no es así. Siempre ha existido, lo que pasa ahora es que ha resurgido por diferentes razones, entre ellas, la resistencia a los antibióticos”.
Santiago–marzo de 2023.- Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bacilo tuberculoso (Mycobacterium tuberculosis) es el segundo patógeno más mortífero después del virus que causa el COVID-19. Afecta con mayor frecuencia a los pulmones y se transmite cuando las personas infectadas expulsan al aire estas bacterias como, por ejemplo, al toser. Y si bien la pandemia afectó a nivel mundial en el diagnóstico de esta enfermedad, Chile no fue la excepción porque también se observó una caída en el número de casos diagnosticados el año 2020, en directa relación con una disminución del 70% en el número de muestras procesadas para diagnóstico de tuberculosis pulmonar.
En el día en que se conmemora la concientización de la tuberculosis, este 24 de marzo, la doctora Carolina Herrera, médico internista broncopulmonar y especialista en medicina intensiva comenta: “la pandemia no sólo afectó en su momento en los diagnósticos porque los pacientes no iban a sus controles o a los centros asistenciales, sino que también aun resta ver las secuelas de los efectos del Covid en las personas. Las patologías asociadas, las consecuencias en los pulmones, nos hará más complicado discernir entre las patologías respiratorias por lo que es importante estar atentos y contar con la tecnología para determinar un diagnóstico certero y a tiempo de tuberculosis”.
En ese sentido, la especialista agrega: “la tuberculosis es una enfermedad que se ve como del pasado, casi extinta, pero no es así. Siempre ha existido, lo que pasa ahora es que ha resurgido por diferentes razones, entre ellas, la resistencia a los antibióticos”.
La tasa de incidencia de tuberculosis incluye todos los casos nuevos y recaídas, tanto pulmonares como extrapulmonares. En el año 2020, esta cifra en Chile fue de 12,4 casos por 100.000 habitantes, lo cual representa una disminución de 17% respecto del año anterior. El número de casos nuevos de tuberculosis en el año 2020 fue de 2.306, mientras que las recaídas fueron 114. A nivel nacional, el año 2020 se realizaron 108 exámenes bacteriológicos (pruebas moleculares, cultivos y baciloscopías) para encontrar un caso pulmonar con confirmación bacteriológica.
La especialista precisa que, luego de la pandemia, los desafíos que persisten en torno a la recuperación de las actividades de control de la tuberculosis incluyen una mejor focalización de la pesquisa de tuberculosis pulmonar y el uso de pruebas diagnósticas de mayor rendimiento, lo cual permite desarrollar estrategias de pesquisa más costo-efectivas. Esta estrategia de localización de casos, que se plasma en la nueva Norma Técnica del Programa de Control y Eliminación de la Tuberculosis (PROCET) vigente desde enero de 2022, debe acompañarse de una pertinencia territorial que dé cuenta de las diferentes poblaciones en condición de vulnerabilidad.
CHILE CUENTA CON NUEVA NORMA TÉCNICA PARA SU CONTROL Y ELIMINACIÓN
El año pasado fueron actualizadas las Normas Técnicas del Programa de Control y Eliminación de la Tuberculosis que establecen las disposiciones que regulan la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y vigilancia epidemiológica de esta enfermedad en Chile.
Según estos cambios, hoy la prueba de diagnóstico para esta patología debiera ser la tecnología molecular. Hasta antes de 2007, el diagnóstico de la tuberculosis se basaba en la baciloscopía y el cultivo. Desde entonces, y ante la necesidad de contar con diagnósticos más rápidos y sensibles que permitan conocer el perfil de resistencia de los pacientes, han surgido múltiples test diagnósticos basados en pruebas moleculares que ya están siendo recomendados para su uso programático por la Organización Mundial de la Salud. Estas pruebas no sólo permiten saber rápidamente si está el complejo Mycobacterium tuberculosis presente, sino también detectar las resistencias a los antibióticos utilizados en primera línea, para poder indicar el tratamiento adecuado.
Para la doctora Carolina Herrera “la prueba molecular ya es una realidad que beneficia a los pacientes en cuanto a su precisión, seguridad y en los tiempos de espera del resultado. Esto, además, permite una disminución del riesgo, ya que no siguen transmitiendo la enfermedad a otras personas”.
De acuerdo con los lineamientos del Programa de Control y Eliminación de la Tuberculosis PROCET, la red nacional de laboratorios de tuberculosis está ampliando su capacidad para realizar técnicas de diagnóstico por biología molecular, con el objetivo de establecer la prueba molecular como técnica de inicio para el diagnóstico de todos los casos presuntivos. Según el informe mundial sobre la tuberculosis de 2022 publicado por la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 10,6 millones de personas contrajeron esta enfermedad en 2021 —una cifra superior en un 4,5% a la correspondiente a 2020— y 1,6 millones fallecieron por esta causa (entre ellas 187.000 seropositivas para el VIH). Muchos de los nuevos casos de tuberculosis se atribuyen a cinco factores de riesgo: la desnutrición, la infección por el VIH, los trastornos por consumo de alcohol, el tabaquismo y la diabetes.
Si bien la tuberculosis se puede prevenir y curar ya que el 85% de las personas que la contraen evolucionan satisfactoriamente con una pauta terapéutica de 4 a 6 meses, su importancia es tan alta para los países, que fue declarada una Emergencia Sanitaria Mundial por la Organización Mundial de la Salud en el año 1993. En el 2018 se realizó la Primera Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas para poner fin a su diseminación y en esa ocasión, los países miembros renovaron su compromiso para adoptar las medidas necesarias para controlar y eliminar la tuberculosis.
Equipo Prensa Portal Red Salud