Paradójicamente, en el mundo de los casinos pocas cosas son libradas al azar. Los juegos de tragamonedas son diseñados para producir efectos en el cerebro de las personas que les permite vivir una experiencia emocionante y divertida.
Por eso, siempre se recomienda jugar con responsabilidad.
Recompensas: cómo influyen psicológicamente
Cuando un individuo recibe una recompensa, su cerebro libera neurotransmisores como la dopamina, lo que le da un sentimiento de placer y satisfacción.
Este funcionamiento tiene que ver con nuestra capacidad de supervivencia: cuando ganamos algo que puede satisfacer nuestras necesidades de alimento, amor o bienestar, nuestro cerebro se enciende para gratificarnos.
Las tragamonedas están diseñadas para proporcionar a los jugadores pequeñas recompensas con frecuencia. De hecho, estos juegos tienen un retorno al jugador (RTP, por sus siglas en inglés) que por lo general está por encima del 95 %.
O sea, de 100 dólares que ingresan en el sistema, la máquina devuelve 95 en forma de premios. Así funciona el sistema de recompensas que implementan las tragamonedas.
Qué es la psicología de la familiaridad
La psicología de la familiaridad es una técnica que se aplica mucho en marketing, en todos los niveles e industrias. Consiste en asociar un producto o servicio a una figura conocida (real o ficcional) que tenga un buen nivel de imagen pública.
Por eso vemos a tantos actores, presentadores de televisión o incluso personajes infantiles en las publicidades de la televisión. Son marcas que intentan trasladar los sentimientos positivos que el público tiene hacia esa persona hacia su producto o servicio.
Los juegos de tragamonedas hacen uso de la psicología de la familiaridad a menudo, a través de juegos que presentan la imagen de celebridades del mercado o que tienen reminiscencias hacia grandes películas o series. La variedad de temas disponibles cuando se analiza la oferta de todos los casinos es realmente ilimitada.
El efecto de las máquinas tragamonedas sobre los sentidos
Las máquinas de juego tienen un efecto profundo sobre los sentidos de los jugadores. Esto se debe a que están diseñadas para estimular la vista, el oído y el tacto.
La luz brillante, los colores vibrantes y los sonidos electrónicos atraen a los jugadores. El tacto es igualmente importante, ya que las máquinas tragamonedas están diseñadas para ser cómodas al tacto.
Además, la velocidad con la que se juega una máquina tragamonedas contribuye a su atractivo. Los jugadores pueden pasar rápidamente de una máquina a otra sin perder demasiado tiempo entre juegos.
Esta combinación de sensaciones visuales, auditivas y táctiles crea un ambiente estimulante que puede ser nocivo para algunos jugadores. Por eso se recomienda siempre jugar con responsabilidad y acudir a las líneas de ayuda cuando se genera un problema en este sentido.
Equipo Prensa Portal Red Salud
