Llega el verano y con él, las altas temperaturas. Para muchos, es la época favorita del año, pero también una de las más riesgosas para la debida conservación de medicamentos que – de no estarlos- pueden provocar riesgos para la salud.
Los anticonceptivos, orales o físicos como los preservativos, no están exentos a estos riesgos. “El calor favorece la aparición de microorganismos por lo que siempre debemos revisar nuestros medicamentos, ya sea porque estén vencidos o puedan verse deteriorados, como cambio de color o aspecto o presencia de grumos, entre otros. Los anticonceptivos, como cualquier otro fármaco, también pueden verse afectados”, señala Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada.
Por eso, y aunque suene a perogrullo, todos los medicamentos deben mantenerse en un lugar fresco y seco, lejos de la cocina o el baño, para evitar el calor y la humedad, así como la exposición a los rayos solares, y respetar las condiciones de almacenamiento indicadas en los insertos y rotulados.
“Por esto, es importante que durante el verano las pastillas o preservativos no se anden cargando en los bolsos, billeteras o guanteras, menos tenerlos expuestos directamente al sol. Temperaturas por sobre los 30-32°C hará que la composición química de los productos cambie sin entregar el resultado que se espera”, enfatiza Molina.
Asimismo, se debe tener un especial cuidado con los hábitos durante el verano. Para muchos, esta época significa pasar más tiempo fuera de casa, salir a beber más con amigos o modificar horarios de sueño y alimentación. Para la farmacéutico, estos cambios también pueden hacer perder la efectividad de los métodos anticonceptivos, especialmente los orales.
“El aumento en el consumo de alcohol puede provocar vómitos que afectarán directamente la absorción de las píldoras. Asimismo, las personas que usan este tipo de tratamientos, también eliminan el alcohol de manera más lenta, por lo que los molestos síntomas de una resaca pueden demorar más en desaparecer. Por último, las intoxicaciones alimentarias, que pueden aumentar en verano y provocar vómitos o diarreas, también serán un enemigo en la eficacia de los tratamientos anticonceptivos orales”, señala.
Para la especialista, se debe considerar que “los buenos resultados de estos tratamientos dependerá de aquellos que lo utilicen. Se deben respetar las horas en que se consumen las píldoras, no tomarlas de forma “saltada” –tomar dos en un día porque se olvidó la toma del día anterior-, y no mezclarlas con otros fármacos que puedan afectar su efectividad. Esto será clave para no encontrarnos con embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual”.
Por último, y como las temperaturas del verano afectan a todos por igual, la recomendación es no sólo fijarse en el cuidado y almacenamiento de este tipo de productos, sino de todos aquellos presentes en nuestro botiquín y bolsos de belleza. “Es necesario desechar jabones, cremas u otros que hayan sido consumidos parcialmente y meses atrás, ya que al estar expuestos a las condiciones del medio ambiente, se exponen a la contaminación y deterioro químico de sus componentes”, finalizó.
Betsabé Flores Merino
Periodista Farmacias Ahumada
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