La salud mental y los problemas asociados a ella, son cada vez más visibilizados, con el fin de mejorar la calidad de vida de quienes padecen algún tipo de trastorno. A nivel mundial, la población diagnosticada con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) alcanza entre un 2% y 3%, y se estima que en Chile alrededor de 500.000 personas podrían padecerlo en algún grado.
Desde 2009 comenzó a conmemorarse la semana internacional del TOC, de la mano de International Obsessive Compulsive Disorder Foundation (IOCDF) con el fin de aumentar la visibilidad, comprensión del trastorno y los efectos adversos para quienes lo padecen.
“La limpieza, el orden y la simetría son las obsesiones más conocidas por la población general, son las que han sido popularizadas en películas como Mejor Imposible o TOC TOC, pero existen muchísimas otras temáticas que generan obsesiones, como lo son la orientación sexual, la religión o la moral, la superstición, el daño hacia otros, etc.”, explica Matías Jensen, psicólogo del centro Espacio TOC, quien se especializa en este trastorno.
Si bien hoy en día se habla mucho de TOC, los cierto es que aún queda mucho camino por recorrer para avanzar en el diagnóstico de este trastorno de salud mental, que se caracteriza por la presencia de intrusiones mentales recurrentes. “Son conocidas como obsesiones, las cuales desencadenan una angustia intensa, porque van en contra del deseo e identidad de la persona. Esto lleva al afectado a realizar conductas repetitivas, conocidas como compulsiones, con el objetivo de deshacerse de dichas obsesiones y el malestar asociado a ellas. En la gran mayoría de los casos, las personas afectadas saben en menor o mayor grado, que las obsesiones son irreales, irracionales o extremadamente improbables, sin embargo, no logran dejar de obsesionarse”, señala el especialista.
El TOC puede presentarse en diferentes momentos de la vida, desde la edad pre escolar hasta la edad adulta. “Una gran mayoría de los afectados comienza a expresar síntomas entre los 10 y 12 años de edad o en los últimos años de la adolescencia y los primeros años de la adultez”, comenta el psicólogo, quien explica que este trastorno puede presentarse junto a otros problemas de salud mental. “Hasta el 75% de las personas con TOC sufren también de algún grado de depresión. Los trastornos de ansiedad también presentan una alta comorbilidad con el TOC. Muchas veces los síntomas del TOC se pueden confundir con otros trastornos como el TAG (Trastorno de Ansiedad Generalizada). Es común también observar trastornos del sueño cuando el TOC se encuentra en una fase de mayor activación, normalmente esto ocurre en momentos de cambio, estrés o cuando las obsesiones han sido gatilladas por un elemento presente en el ambiente de la persona”.
¿Cómo se puede tratar el TOC?
Una vez diagnosticado, el paciente puede acceder a diferentes tratamientos. “Desde lo psicológico, el tratamiento con mayor efectividad para la reducción de los síntomas, es por lejos, la Terapia Cognitivo Conductual y, específicamente, la utilización de una técnica conocida como Exposición con Prevención de Respuesta o EPR. Esta técnica consiste en exponer a la persona de manera gradual, sostenida y siempre voluntaria, a situaciones que disparen la ansiedad, al mismo tiempo que no se realizan conductas compulsivas o de evitación. De esta manera el afectado comienza a aprender que aquello que temía en realidad no ocurre y que es posible tolerar el malestar sin necesidad de reducirlo con compulsiones”, explica el psicólogo Matías Jensen.
Dentro del tratamiento, también es recomendable que la familia y círculo cercano tengan orientación sobre cómo actuar ante una crisis o en el día a día. “Primero asegurarles a los seres queridos que ellos no son los causantes del TOC, las variables son múltiples y en este momento ni siquiera los profesionales y mayores expertos en el área saben, a ciencia cierta, qué es lo que causa el TOC. Cuando una persona está en una crisis lo mejor que podemos hacer es estar ahí para ellos, mostrarles nuestro amor, comprensión, empatía y apoyo. Sin embargo, es importante mencionar que las familias tienden a acomodarse a los síntomas del TOC, es decir, tienden a compulsionar junto con el paciente, en un intento por reducir la angustia y es uno de los factores que mantiene el ciclo obsesivo compulsivo”, señala el especialista y agrega que en caso que los síntomas de TOC afecten la vida escolar, es recomendable informar a los profesores y al establecimiento educacional donde asiste el paciente.
El psicólogo Matías Jensen participa como investigador en el estudio LATINO de genómica y TOC, el cual es liderado desde Estados Unidos por el psicólogo Eric Storch, PhD y profesor del Baylor College of Medicine, y por Jim Crowley, PhD, genetista e investigador de la Universidad de Carolina del Norte. “El estudio se lleva a cabo en centros a lo largo de Latinoamérica y busca diversificar el banco mundial genómico en TOC, ya que actualmente este banco está casi en su totalidad compuesto por muestras de descendencia europea. Los resultados del estudio podrían ayudarnos a identificar población en riesgo y prevenir el desarrollo del TOC”, explica el especialista.
El especialista y su equipo atienden a población adolescente y adulta ubicada en cualquier lugar de nuestro país en la plataforma Espacio TOC, mediante terapia online; y quienes quieran saber más sobre el trastorno, su tratamiento o como ayudar de mejor manera a un ser querido, pueden escuchar el TocCast, “un podcast que hemos creado para brindar psicoeducación, testimonios y consejos. En este espacio hemos invitado a especialistas de Argentina, Perú, México, Estados Unidos, Inglaterra y por supuesto Chile”, explica el psicólogo.
Equipo Prensa Portal Red Salud