Los especialistas médicos son categóricos: cada semana es necesario dedicar al menos dos horas y media a alguna actividad física de intensidad moderada para mantener una buena salud cardiovascular. Sin embargo, cumplir este objetivo puede resultar difícil para muchas personas, especialmente cuando se trata de mantener una rutina deportiva o asistir regularmente al gimnasio.
Aun así, alcanzar esta meta no es tan complicado como parece. Bastan pequeños ajustes diarios para disfrutar los beneficios de mantenerse activo, afirma el Dr. Óscar Hincapié, director médico de Abbott. Sus recomendaciones son las siguientes:
- Sesiones progresivas: el especialista aconseja comenzar con caminatas de cinco minutos e incrementar el tiempo gradualmente hasta llegar a 30 minutos de pasos rápidos varios días a la semana. Este hábito mejora la salud física y también favorece el bienestar mental.
- Cinco mil pasos diarios: como meta final, es un objetivo medible y realista, destacan los expertos.
- Entrenar fuerza: la “Asociación Americana del Corazón” recomienda realizar entrenamiento de fuerza dos veces por semana para fortalecer huesos, músculos y tejidos conjuntivos. Además, ayuda a reducir la presión arterial y prepara al cuerpo para la actividad cardiovascular. Por eso, junto a las caminatas, se pueden incorporar ejercicios como sentadillas o flexiones.
- Combinar ejercicios: a las caminatas se les pueden sumar desafíos simples, como la “marcha de rodilla”: avanzar levantando las rodillas y tocándolas con la mano en cada paso. Repite por intervalos de tres minutos para activar fuerza y resistencia aeróbica.
- Aprovechar cada minuto: hacer un mandado, sacar al perro, subir escaleras o dar un paseo relajante son oportunidades para sumar movimiento. Aunque parezcan mínimos, estos momentos aportan grandes beneficios: ayudan a mejorar los niveles de colesterol, regular la presión arterial, aumentar la energía, controlar el peso y fortalecer la salud del corazón. Además, reducen el estrés, despejan la mente y mejoran el ánimo.
El Dr. Hincapié agrega que incorporar estos hábitos puede reducir hasta en un 38% el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, además de favorecer el bienestar mental.
Finalmente, antes de iniciar cualquier rutina deportiva, recomienda consultar con un profesional de la salud para asegurarse de que el tipo e intensidad del ejercicio sean los adecuados, especialmente en personas mayores de 40 años o que no estén físicamente activas.
Para más información, visita: https://www.latam.abbott/corpnewsroom.html