Cada año, miles de chilenos deciden someterse a una cirugía bariátrica para tratar la obesidad. Pero no todos los lugares donde se realizan estas operaciones cumplen los mismos estándares de seguridad.
Para ordenar el panorama y dar garantías a los pacientes, la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica (SCCBM) acaba de lanzar el Programa de Acreditación y Registro, conocido como ARCO, que certifica a los centros y cirujanos especializados que cumplan con los más altos criterios de calidad.
“Queremos que las personas sepan dónde están los equipos realmente preparados para realizar una cirugía bariátrica segura, con seguimiento y apoyo multidisciplinario”, explica el doctor Matías Sepúlveda, cirujano digestivo Presidente de la SCCBM.
Tres tipos de centros
El nuevo sistema dividirá a los establecimientos en tres categorías, dependiendo de su infraestructura y capacidad de atención:
- Centros Integrales: realizan todo el proceso —valuación, cirugía y seguimiento postoperatorio— dentro del mismo recinto.
- Centros Ambulatorios: se enfocan en la evaluación y control del paciente, pero no operan; derivan la cirugía a un centro acreditado.
- Centros Quirúrgicos: hacen solo la cirugía y recuperación inmediata, pero deben tener convenios formales con otras instituciones que realicen el seguimiento posterior.
“Lo importante es que todos los equipos estén conectados y el paciente tenga trazabilidad desde la primera evaluación hasta su control a largo plazo”, agrega el doctor Camilo Boza, cirujano digestivo e impulsor del programa.
Qué exigirá la acreditación
Para obtener la certificación ARCO, los centros deberán acreditar compromiso institucional, contar con protocolos de atención estandarizados, integrar equipos multidisciplinarios y registrar cada cirugía en la base de datos nacional de la SCCBM.
Además, deberán realizar al menos 50 operaciones bariátricas al año, de las cuales 25 deben incluir anastomosis (conexión quirúrgica de dos conductos corporales), y tener un comité clínico que evalúe los resultados periódicamente.
Los cirujanos, por su parte, deberán acreditar al menos 25 cirugías bariátricas anuales, 5 de ellas con anastomosis, tener una subespecialidad en cirugía digestiva o un fellowship (beca) reconocido en esta materia, y participar activamente en los programas de registro y mejora de calidad de la sociedad.
Más seguridad y transparencia
El programa está inspirado en el modelo estadounidense MBSAQIP, que ha demostrado reducir complicaciones y mejorar los resultados clínicos.
En Chile, todos los procedimientos realizados en centros acreditados serán ingresados al Registro Nacional de la SCCBM, que hará seguimiento a los pacientes a los 30 días, seis meses y un año después de la operación.
“El programa es voluntario, pero esperamos que la mayoría de los equipos se sumen. La acreditación no solo entrega prestigio, también mejora la seguridad y los resultados clínicos”, comenta el doctor Fernando Muñoz, cirujano digestivo coordinador del Programa ARCO.
El dato
Chile es uno de los países con mayor prevalencia de obesidad en Latinoamérica. Según la última Encuesta Nacional de Salud, un 34% de los adultos presenta obesidad, y la cirugía bariátrica se ha convertido en una alternativa efectiva cuando otras estrategias no dan resultado.
Con la puesta en marcha de ARCO, la SCCBM busca que las personas que opten por este tratamiento lo hagan en centros acreditados, con profesionales capacitados y protocolos validados. En palabras simples: desde ahora, saber dónde operarse con seguridad dejará de ser un misterio.
























